La tarde del 5 de enero la Navidad alcanzó su clímax con un viaje lleno de ilusión. A Coruña recibió a los Reyes Magos en la gran cabalgata a través de toda la ciudad. Cerca de 120.000 espectadores acudieron a un evento en el que Sus Majestades de Oriente repartieron dulces y felicidad entre los asistentes.
Desde primeras horas de la mañana, el Ayuntamiento preparó el camino cortando la ronda de Camilo José Cela. a la altura de su cruce con la avenida de Monelos. Este fue punto de partida del recorrido de los Reyes y su inmensa comitiva.
La expectación atrajo a muchos padres con sus hijos a este lugar. Ni el frío ni la amenaza de las lluvias impidieron que el público se colocase en el itinerario mientras las carrozas iban dando sus últimos retoques mientras las decenas de pajes combinaban sus disfraces con impermeables blancos ante las posibles precipitaciones. A pesar de un pequeño retraso, los Reyes llegaron finalmente en compañía de la alcaldesa, Inés Rey, que se convertía así en el cuarto monarca.
La dirigente del Gobierno local deseó suerte a sus majestades en su trayecto y se acercó a saludar a los integrantes de otras carrozas como los de la asociación ENKI, conocida por su labor para expandir el deporte inclusivo entre personas con cualquier tipo de discapacidad. Quizás el momento más curioso fue el encuentro de la alcaldesa con el Xabarín, afamado y querido personaje del programa de la Televisión de Galicia: Xabarín Club. Junto a esta leyenda de la pantalla, Inés se acercó a la carroza de los Bomberos para hacerse una foto de familia entre todos.
En cuanto Melchor, Gaspar y Baltasar tomaron asiento en sus carruajes, la cabalgata dio comienzo. Catorce carrozas y cinco trenes conformaron esta gran procesión iluminada por luces parpadeantes. Alegres villancicos daban ritmo a los malabaristas, zancudos y otros artistas circenses que sorprendían al público con sus actuaciones.
Gadis, Abanca, TVG y Cabreiroá aportaron sus propias carrozas, pero la más popular fue la de los miembros de ENKI. Sus bicis adaptadas recibieron el aplauso del público a lo largo de varios puntos del recorrido de cerca de cuatro kilómetros que llevaron a cabo pedaleando. Puede que su popularidad sólo quedase en segundo lugar si se compara con las pasiones que levantaron los lanzamientos de caramelos.
Los pajes fueron arrojando los más de 10.000 kilos de dulces que estaban a su disposición y a la de Sus Majestades de Oriente. Desde su posición privilegiada, los Reyes Magos pudieron disfrutar de la emoción de los niños a los que fueron saludando en su recorrido hacia la plaza de Ourense. Padres con hijos sobre sus hombros y manos alzadas se esforzaron por agarrar los preciados dulces. A pesar de algunos chaparrones, el tiempo se mantuvo estable hasta alcanzar María Pita. Este respiro permitió que el público aprovechase sus paraguas para atrapar caramelos.
Luces rosas, dos pantallas gigantes y el presentador de la velada dieron la bienvenida a las carrozas a medida que llegaban al palacio municipal para tomar chocolate con churros. Curiosamente, en el instante en que los carruajes de los Reyes llegaron los elementos se pusieron en contra: una tromba de agua y viento azotó la plaza durante unos minutos hasta que los tres Magos pudieron cobijarse en el ayuntamiento. Una vez el tiempo amainó, los Reyes, en compañía de la alcaldesa, salieron al balcón.
Rey ofreció agradecimientos a los participantes y solicitó que los niños se acostasen pronto para recibir sus regalos. Por su parte, Melchor confesó su amor por A Coruña antes de emprender su misión en una de las noches más especiales del año.
Pero también los municipios del área metropolitana desplegaron multitud de desfiles y visitas reales a las parroquias, algunas ya a primera hora de la mañana. Los más pequeños disfrutaron al ver de cerca a Melchor, Gaspar y Baltasar, que en localidades como Cambre se desplazaron en un Mercedes clásico en su recorrido matinal, mientras en Arteixo ya habían acudido durante toda esta semana a los diferentes locales sociales.
Por la tarde hubo cabalgatas y recepciones en todos los ayuntamientos de la comarca coruñesa y también en territorios como Betanzos, Miño o Curtis, entre otros. En este último, las malas previsiones meteorológicas obligaron a cancelar la cabalgata, aunque hubo sendas fiestas en Teixeiro y el núcleo curtiense. En Oleiros barajaron también la idea de anular el evento, pero finalmente se desarrolló sin incidentes.
Los caramelos, el roscón y el chocolate fueron los protagonistas durante la tarde en los municipios, que se llenaron de colorido, música y luces para animar la antesala a la noche más mágica del año. Y para los niños, la antesala de una maña de regalos.