El talud de unos cinco metros de altura situado en la calle de Jaime Hervada, en la zona más próxima al pabellón deportivo del barrio de O Ventorrillo, obligó a la intervención de los bomberos, después de que un desprendimiento de tierra y piedras afectase a los coches aparcados en la zona. No se registraron daños significativos, aunque la Policía Local solicitó el vallado de la zona, en previsión de nuevas amenazas y para evitar que mientras se asegura el perímetro puedan estacionar más vehículos.
No se trata del primer incidente que se registra en la zona y la preocupación vecinal llegó incluso a María Pita en el 2018, cuando el BNG registró una pregunta al Gobierno municipal, entonces con Xulio Ferreiro y La Marea al frente. Los nacionalistas propusieron una actuación para evitar más desprendimientos, daños materiales y riesgos para los viandantes, a pesar de que la zona carece de aceras.
También la asociación vecinal de O Ventorillo llevó el asunto a sus reuniones con el Ayuntamiento, ya durante el mandato de Inés Rey. Sin embargo, la alternativa de un carril bici que eliminase unas 40 plazas de aparcamiento fue descartada por el quebradero de cabeza que ésta supondría en un área ya de por sí complicada para encontrar plazas libres.