Se anunció a su llegada como “chegar e encher”, pero la ‘enchenta’ acabó en una digestión rápida, de apenas un año de duración. La pastelería especializada en formas fálicas Manda Carallo no volverá a despachar sus carallogofres y conagofres, con los que consiguió un éxito rápido, instagrameable y eficaz para bromas en una sola dirección entre grupos de amigos y vía mensajería de móvil.  Todo eso es historia desde el pasado 31 de diciembre, aunque ayer mismo fue la primera vez que los operarios realizaron trabajos en el interior.

Manda Carallo abrió sus puertas el 18 de diciembre de 2021 y apostó por una carta de fórmula sencilla y elección rápida: escoger entre un pene y una vulva y empaparlo en espesas salsas que dejasen poco a la imaginación entre el chocolate blanco, el negro y siropes fáciles de intuir: sirope, caramelo y dulce de leche. También existía una opción arco íris para ambas fórmulas. Lo elaborado del humor causó un furor inicial de tamaño calibre que las colas a las puertas del establecimiento llamaron la atención de los viandantes durante los primeros meses. Y más cuando veían las prominentes formas como protagonistas de fotos que no dejaban demasiado a la imaginación. Un momento divertido por un precio accesible. El gofre más caliente de la ciudad no alcanzaba los 4 euros (toda la carta se mantuvo exactamente a 3,80)

Franquicia 
Lo que se dio en bautizar como carallo y conagofres en Galicia tiene su origen en el madrileño barrio de Chueca, donde La Pollería ejerció de pionero en el despacho de dulces picantes. Se estima que su fundador logró amasar una fortuna por encima de los 4 millones de euros. El mismo modelo lo tomaron los Manda Carallo, que se extendieron hasta tener un local en la ciudad y otro, de posterior apertura, en Sanxenxo.

Este último todavía sigue con su potencial intacto y acostumbra a realizar promociones en las redes sociales con preguntas siempre en forma de doble sentido. En Vigo, por su parte, La Puntita apela también a los mismos instintos.

Los responsables del local confirmaron que el cierre es definitivo y que cesará la actividad del negocio como lo conoció la ciudad en el último año y medio. Sin embargo, evitaron hacer declaraciones o dar pistas sobre por dónde irá el futuro de un establecimiento céntrico y que se convirtió en un adalid de las modas golosas, con los gofres y los helados de yogur como reclamos. 

Nacido en plena pandemia, Manda Carallo fue uno de los establecimientos que sació la necesidad de sonrisas y alegría tanto para un sector como para una clientela todavía bajo los efectos de las restricciones de las medidas anti covid, incluidas las últimas fiestas navideñas con restricciones. La instantánea con las mascarillas se hacía si cabe más chocante y graciosa. 

Sin embargo, tan rápido como la pasión que provocó acabó por ser un gatillazo que deja un nuevo establecimiento libre en pleno centro de la ciudad.