La seguridad ciudadana se ha convertido en uno de los debates más candentes de la arena política. Barrios como O Castrillón pasan a ser puntos de discusión en los plenos municipales, lo que ha llevado a la asociación de vecinos Castrillón-Urbanización Soto “IAR” a rechazar las expresiones como el “Bronx” coruñés para referirse a su barrio. Sin embargo, reconocen que durante semanas han sufrido problemas de seguridad como consecuencia “de la llegada al barrio de traficantes consumidores venidos de algún otro barrio de la ciudad”, en referencia a Os Mallos.
Esto se desprende del comunicado emitido por la asociación que preside Ramiro Otero, en el que considera que algunos traficantes y otros delincuentes han venido al barrio a consecuencia de las movilizaciones vecinales. Solo los residentes de Os Mallos han llegado a manifestarse por este problema, en dos ocasiones. Ambas apoyadas por el PP, como recuerdan desde la asociación. Dichas protestas fueron marchas por el barrio además de una concentración en María Pita, organizada por dos plataformas.
Precisamente el PP ha presentado una moción sobre O Castrillón para el próximo pleno que para Otero supone “estigmatizar el barrio”, al calificarlo como lugar inseguro invadido por traficantes. “No se corresponde con la realidad transmite una imagen que supone un claro perjuicio para los comerciantes”. Hay que matizar que el barrio de O Castrillón lleva años sufriendo el tráfico de drogas en el entorno de la avenida de Casanova, donde se encuentran varios edificios en estado ruinoso. Los residentes de la zona denuncian periódicamente en las redes sociales pidiendo que se demuelan o que se tapien.
Pero desde la asociación señalan que los solares donde se encuentran estas ruinas forman parte de un polígono urbanístico privado, lo que complica la intervención de las administraciones municipales: “Nuestra entidad ha venido insistiendo en una solución, conociendo su dificultad lo que todavía se ha complicado más últimamente”.
Pero la asociación tampoco cree que la propuesta de Policía de Barrio, que ha sido una reivindicación constante el PP. Este término indica el patrullaje por zonas, y a pie de la Policía Local, pero los vecinos representados por la asociación consideran que dispersar de esta manera las fuerzas restaría actividad y eficacia. Otero asegura que los problemas se han tratado con discreción con las autoridades: “Entendemos que es así como se resuelven lo problemas, y no generando alarma social ni con grandilocuentes manifestaciones”.