Los colegios coruñeses resisten ante el incremento de las enfermedades respiratorias

Los colegios coruñeses resisten ante el incremento de las enfermedades respiratorias
La mascarilla ya es una medida habitual de prevención | AEC

El regreso de las vacaciones navideñas no sólo impuso la vuelta al ámbito laboral o académico, sino que marcó una nueva ola de enfermedades respiratorias. El número de ingresos por covid y gripe es uno de los mayores problemas que deben afrontar actualmente los servicios médicos. Los centros de trabajo y educativos son considerados las fuentes de contagio en la mayoría de los casos, aunque las medidas que han adoptado estos últimos los a salvo de una posible epidemia de momento.


En la escuela infantil Luis Seoane, Felicidad Casas, comentó el ligero ascenso que percibieron de casos entre sus compañeros de profesión: “Lo que hemos notado en la escuela ha sido un repunte con más casos de gripe A o de muy otras muy fuertes que de covid”, detalló la educadora del centro. “Hemos tenido personal de baja. A lo largo de las vacaciones de Navidad no lo hemos notado tanto porque hay un bajón importante en la asistencia. Muchos niños con hermanos mayores que no tienen cole se quedan en casa. Así que a veces no sabemos si no han venido porque están con sus familias o porque están malitos”. Casas añadió que, más allá de esta posibilidad, tuvieron unos pocos casos de gravedad entre los niños y algunos tuvieron que ser ingresados.


Desde Compañía de María evidenciaron notar algunas ausencias, aunque lo consideraron como un mal habitual de esta época del año. Además, el colegio coruñés ya se había visto afectado por un repunte mayor el pasado mes de diciembre que no tuvo complicaciones ni despertó el temor de las enfermedades de años anteriores.

 

Medidas preventivas

La inquietud frente a la sintomatología es una realidad que no parece haber afectado a los centros educativos. La extensión de los casos son un fenómeno habitual de la época que los colegios han asumido como tal. No obstante, la pandemia dejó una huella indeleble que se percibe en las medidas mantenidas.

 
“Nosotros todavía tenemos los protocolos generados de la época del covid. Los recreos están mucho más separados que antes con los grupos de alumnos saliendo cada uno a su hora. En lugar del comedor, los niños pequeñitos suelen comer en las aulas”, detalló Cristina Muñoz, representante del departamento de Comunicación del colegio Liceo por la Paz. 


El centro Infantil Eusebio daGuarda también logró mantenerse sin casos alarmantes, aunque las precauciones les llevaron a mandar circulares solicitando a los padres que evitasen traer a sus hijos si mostraban síntomas. No obstante, la institución también aboga por no caer en restricciones innecesarias si se tiene pocos casos detectados. Medidas como la separación de los pupitres aún no se han contemplado, dado que las relación entre compañeros es considerado como algo esencial para el desarrollo social de su alumnado durante edades tempranas. 

Los colegios coruñeses resisten ante el incremento de las enfermedades respiratorias

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