La Asociación Distrito Mallos se reunió esta semana con un representante de la concejalía de Comercio, en representación de la concejala, Diana Cabanas, para transmitirle su deseo de que se celebre un “Día del pequeño comercio” con el fin de dinamizar la actividad y apoyar a los pequeños comerciantes de los barrios de la ciudad. El presidente de la entidad, José Salgado, considera que el sector vive un momento crítico “en el que la competencia es enorme por la venta online y la gente lo está pasando realmente mal en el ámbito económico”.
Por ello, esta iniciativa serviría como ayuda “para los comercios pequeños, ya que muchos están en vías de desaparecer”. Salgado considera que, si se quiere que el comercio local sobreviva, “hay que ayudarle de alguna forma, y esto supondría que la gente se animase a acudir a los establecimientos de proximidad. Si no, si el comercio desaparece, se convertiría en un barrio dormitorio”.
En la reunión con el representante de la concejalía también se habló de la posibilidad de organizar algún mercadillo en Os Mallos. La idea que transmitió el presidente de Distrito Mallos es que incluso se puedan aprovechar algunos puestos del mercado de Ramón Cabanillas que están vacíos para dar vida al mismo.
“Sería una oportunidad de visibilidad para los vendedores, de forma que durante un día o dos del mes pudiesen establecer allí sus puestos”, añade. En conclusión, la idea es que la ciudad apoye más al comercio de proximidad “que se está marchando y es algo fundamental para el motor económico de A Coruña y de los barrios”.
Salgado vuelve a mencionar, tras haberlo denunciado ya el mes pasado, que la plaza de Padre Rubinos, reformada recientemente, acumula suciedad y la expande por otras calles del barrio.
De esta forma, asegura que los jardines centrales no tienen bordillos para limitar la tierra y cortezas, por lo que, cuando hay viento, llena el cemento de residuos. Además, en una plaza donde hay una alta presencia de palomas, “es inevitable que remuevan la tierra y manchen todo”. Por un lado, comenta la falta de bordillos en la zona verde central, pero en los laterales, donde hay bancos instalados, “los topes son metálicos y son peligrosos porque si alguien se cae, puede haber un accidente. Pedimos que sean más altos y consistentes”, explica Salgado.
En relación con esta situación, varios vecinos del barrio compartieron en redes sociales imágenes de calles cercanas al lugar llenas de tierra. Esto se debería a que un camión de agua acudió a limpiar la plaza y, en vez de amontonar las cortezas sobre los parterres, las echaron a la calle, por lo que fueron conducidas hasta la altura de Río Traba. Por otra parte, los vecinos de Os Mallos solicitaron, a principios de este año, la renovación del alumbrado en el distrito. En un comunicado insistieron, una vez más, en la necesidad de mejorar la iluminación, donde, recuerdan, hay calles que por las noches no tienen puntos de luz suficientes.
Así, la Plataforma Veciñal dos Mallos manifestó de nuevo su “descontento por la deficiencia en la iluminación. Se comunicó desde el Gobierno local la intención de modificar diferentes puntos de luz de la ciudad, comenzando específicamente por nuestra zona, pero meses después seguimos sin ver esa realidad”.