Una esteticista de A Coruña ha aceptado la condena por un delito de intrusismo profesional, al ejercer prácticas profesionales propias de un podólogo en una peluquería, situada en A Coruña, regentada por un familiar.
La acusada, conocedora de que carecía de la titulación habilitante, desarrollaba y publicitaba en su carta de servicios estas prácticas podológicas, que se mostraban también en un cartel exterior de la peluquería.
Así, realizó labores de pedicura con bisturí, tratamientos de patologías del pie, como callos, papilomas, durezas o uñas encarnadas con hongos desde mayo de 2016 hasta el 3 de marzo de 2021.
La sentencia, firme y sin posibilidad de presentar recurso, impone a la acusada una pena de seis meses de prisión y la inhabilitación como profesional de estética y de gerente por el mismo tiempo que dure la condena.