El Día de Medio Ambiente se celebró ayer. Es una efeméride que sirve para recordar a todos la importancia de la naturaleza y su conservación. En general, se supone que todos debemos luchar por un mundo más verde, en la medida de nuestras posibilidades, incluso cuando se trata de las ciudades, donde impera el asfalto y el cemento. En lo que va de año, la Concejalía de Medio Ambiente ha plantado 453 árboles de diferentes especies.

Pero, según las estimaciones de la concejala en funciones, Esther Fontán, a lo largo de este mandato se debieron plantar más de 4.000 árboles. No ha sido una tarea fácil, como ella misma reconoce, puesto que A Coruña cuenta con un arbolado muy antiguo y, en muchos casos, inadecuados para su entorno, bien porque tienen ramas demasiado anchas o porque crecen en exceso o por cualquier otro motivo. “Ahora seguimos criterios de calidad vegetal y estética”, señala.
 

No siempre es fácil, admite: “En Monte Alto o Agra do Orzán, por ejemplo, son entornos muy duros, sin espacio para plantar, así que lo hemos hecho sobre todo en nuevas urbanizaciones, donde sí tenemos terreno”. Por ejemplo, de los 4.000 árboles, 1.662 se encuentran en Xuxán, 1.108 se plantaron en alcorques y 604 en zona verde. En la nueva fase del 2023, está previsto plantar 273 en alcorques y 360 en zona verde. 
En general, Fontán reconoce sentirse satisfecha de cómo A Coruña se ha reverdecido bajo su gestión. “Aun podemos mejorar, pero es complicado. Uno de los mayores avances ha sido el Bosque de Breogán, en Féans. Nadie habla de ello, pero tenemos de 24.000 metros cuadrados que son un montón de árboles que están cuidados, mantenidos y plantados, tenemos más de los que teníamos a principios de mandato”. Ya supera los 20.000.

Plan de arbolado 

En parte, se ha avanzado gracias al proceso de humanización que se ha hecho en toda la ciudad hemos procurado colocar especies de árboles que pudiesen criterios estéticos, sino de naturalización, el desarrollo urbanístico. “Apostamos por las especies autóctonas, como las moreras que se plantarán en San Andrés”; explica Fontán, que da mucha importancia al futuro plan de arbolado de la ciudad,, cuyas bases ha asentado mediante un estudio, y a la nueva comisión de sanidad vegetal, que reúne a especialistas en árboles y jefas 

de servicio de los tres lotes de jardinería de la ciudad.  
 

El objetivo es llevar un control global de los árboles que caen bajo la responsabilidad de distintas empresas, y así estar al tanto de los problemas que afrontan, como las plagas que afectan a muchos árboles (picudo rojo, grafiosis, etc). Fontán se declara enamorada de la ciudad de A Coruña y de sus parques. Aunque admite su predilección por el de monte de San Pedro, asegura que cada uno ofrece algo distinto. 

A ella, por ejemplo, le gusta el árbol gingko, pero insiste en que lo importante es que se plante en el lugar adecuado, dependiendo de donde sopla el aire, de si es soleado, etc. “Quedan cosas por hacer, como de Breogán, pero la media de habitante por árbol de A Coruña es buena”, asegura.