Ayer se celebró el Día Mundial de la Salud Mental. Se trata de un ámbito habitualmente olvidado en el que la sociedad juega un papel importante.

Para recordar la necesidad de visibilizar los trastornos y de un entorno de bienestar, la Asociación Pro Enfermos Mentales de A Coruña, Apem, leyó ayer un manifiesto en la plaza de María Pita con la presencia de su vicepresidente Jaime García, la alcaldesa Inés Rey y los representantes de la corporación municipal.

Este año el Día Mundial de la Salud Mental estuvo dedicado especialmente a la infancia y la juventud. Según Apem, uno de cada siete jóvenes de entre 10 y 19 años padecen algún trastorno mental. La mitad de los problemas se presentan antes de los catorce años de edad. Además, uno de cada cuatro jóvenes declara haber tomado psicofármacos.

La asociación Apem, a través de un manifiesto leído por el usuario Julián Otiñaño, hizo hincapié en la gran cantidad de peligros que existen en la sociedad e influyen en la salud mental. Algunos de ellos son la violencia, el acoso, la presión social de grupo, las adicciones o la sobreexposición a las redes sociales. Estos factores de riesgo, unidos o no a condicionantes genéticos, contribuyen al preocupante dato de que nueve de cada cien jóvenes han experimentado ideas de suicidio. Por ello, Apem reivindica la importancia de garantizar el bienestar de todas las personas en la sociedad.

El papel de las instituciones

Apem reivindica una mayor coordinación entre los ámbitos educativo y sanitario. Pide más formación emocional para los jóvenes y para que los docentes puedan detectar trastornos.

El Ayuntamiento recuerda que ha puesto en marcha un plan de salud mental. Pide más implicación y recursos a la Xunta.