Un Circo de Artesanos a reventar dio pie esta tarde a los últimos –y fúnebres– actos del Carnaval coruñés. Allí se llevó a cabo la lectura del Apropósito del año, ‘Unha broma pesada’, y de allí partió, también, el tradicional desfile del funeral de la sardina. Con ambos eventos los choqueiros honraron por última vez en este 2025 al dios Momo antes de su tradicional quema, con lo que la deidad burlesca del Entroido podrá descansar para regresar con más fuerza si cabe el año que viene.
Cientos de personas siguieron a la sardina por las calles del centro herculino, acompañados de las plañideras y del choqueiro del año, La Paca, en una procesión llena de lágrimas por el difunto Carnaval. La sardina, por segundo año consecutivo, se trasladó en un coche fúnebre de Pompas Fúnebres. Atravesaron primero San Andrés hasta la plaza de María Pita, donde se ofrendó una misa por el pez en la que, como es costumbre, los chistes verdes y las alusiones políticas despidieron con retranca el periodo festivo hasta más ver.
El funeral ambulante se movió desde la casa del Ayuntamiento hasta la plaza de España, donde una cantante entonaba un ‘Simply the best’ que bien podrían haber dedicado los choqueiros a su bienquerido y todopoderoso Momo, y donde cientos de personas más se unieron a la extraña procesión. Todo ello en honor de un tótem del jolgorio y el espectáculo que finalmente, como cada año, fue arrasado por el fuego en la playa de San Amaro. Allí fue arrojada al mar la sardina, en un acto que culminó con el lanzamiento de fuegos artificiales y que puso el broche de oro a un Entroido que, como siempre, causó furor durante varias jornadas entre los coruñeses.