Las máquinas volvieron a hacer acto de presencia en la playa de Riazor por cuarta vez en lo que va de temporada de borrascas para levantar al duna que forma la principal barrera contra el oleaje. Las emana pasada, las constantes alertas naranjas habían erosionada el obstáculo hasta eliminarlo y solo la suerte impidió que el viento soplara en la dirección adecuada como para impulsar las olas hasta el Paseo Marítimo.
Los trabajos continuarán durante por lo menos tres días. Mientras tanto, el pronóstico meteorológico indica un tiempo estable, con temperaturas que no subirán de los doce grados. La lluvia volverá mañana, pero no habrá alertas.