Los coruñeses consideran que la ciudad cada vez está más limpia, según la OCU

Los coruñeses consideran que la ciudad cada vez está más limpia, según la OCU
Una barredora limpia el firme en la plaza de María Pita | Patricia G. Fraga

Una de los principales motivos de insatisfacción para la ciudadanía coruñesa (y para la oposición municipal) ha sido siempre la limpieza viaria. Sin embargo, una reciente encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) señala que la ciudad ha mejorado bastante en este sentido: la satisfacción ha subido once puntos desde 2019 cuando se realizó la última encuesta, lo que ha sido recibido con satisfacción en la Concejalía de Medio Ambiente. Su responsable, Esther Fontán, considera que esta mejora de la imagen se debe sobre todo a la retirada de voluminosos de las calles, de la eliminación de pequeños elementos tirados en las aceras y de la limpieza de las paredes. 


De todos modos, Fontán se muestra bastante moderada: “Es una noticia que da ánimos pero no es lo suficientemente buena y no es la percepción que nos gustaría del esfuerzo que se ha hecho para mejorar la limpieza de la ciudad”. Por otro lado, recuerda que “veníamos de donde veníamos”, en una velada referencia a la gestión de limpieza viaria del anterior Gobierno, el de Xulio Ferreiro. En el informe de 2019, la OCU señaba A Coruña como una de las ciudades más sucias de España, siendo la que más puntos bajó de toda España con respecto a los resultados de 2015, reflejando una evolución muy negativa. 
 

Cambio de dinámica  

En los últimos 24 años (desde que se elaboran estos estudios) la puntuación a nivel local había disminuido 19 puntos –la que más de toda España, junto con Palma de Mallorca y Tarragona–, 17 de ellos desde el balance de 2015, liderando así la bajada entre todas las capitales de provincia y otras diez urbes incluidas por su elevado padrón. Pero con la última encuesta, la tónica cambia. 


Fontán llegó durante una etapa de transición en su Concejalía, cuando la concesión de limpieza viaria se encontraba caducada, y la empresa seguía trabajando de forma irregular a la espera de que se licitara el contrato. La falta de inversión en maquinaria nueva se dejaba sentir, y la UTE que se hizo con el nuevo contrato todavía tardó un rato en normalizar la situación “Efectivamente –reconoce la edil– hay que partir de la base de que se tardó un tiempo en disponer de los camiones adecuados para esa recogida”. 
 

No fue el único contratiempo que tuvo que afrontar la edil socialista: a principios del año pasado se produjo un conflicto laboral en el servicio de recogida de basura que afectó gravemente al nivel de higiene de la ciudad. Aunque legalmente nunca llegó a convocarse una huelga, se vivieron varios casos de sabotaje, con varios camiones de basura y contenedores en llamas, y retrasos en la retirada de desperdicios, que echaron a perder los planes municipales. “El conflicto finalizó a principios de abril y no pudimos recobrar la normalidad hasta finales de agosto. Ahora funciona a la perfección”, señala Fontán.
 

Por zonas  

En otros aspectos, reconoce no estar tan satisfecha. Por ejemplo, en la política de limpiezas zonales, que no fue tan efectiva como debió haberlo sido. Se trata de un dispositivo de refuerzo que va rotando por barrios para limpiar con agua a presión las aceras. Hay que tener en cuenta que el sindicato STL es mayoritario en la empresa de limpieza, igual que en la de recogida de basura. El sindicato está bajo una investigación por corrupción (se sospecha que cobraba comisiones por conseguir empleos) y el Ayuntamiento ha pedido información sobre los medios que se empleaban para realizar estas limpiezas.
 

En todo caso, Fontán no figura en la lista de Inés Rey a las municipales, así que no continuará al frente de una de las concejalías más complejas. La edil, que tampoco pudo despedirse en el pleno de ayer, destacó la calidad del personal de su área, y señaló que todavía quedan muchas cosas por hacer. 
 

Por ejemplo, aunque formó una Oficina Virtual del Grafiti que ha permitido limpiar más de 20.000 pintadas, e incentivar el arte urbano con grandes murales, considera que es necesario mejorar la limpieza de las paredes. “Me hubiera gustado que la ciudad estuviese libre de carteles. No solo no son ecológicos, con plásticos y pegamento, sino que la sensación que ofrecen es muy fea, de pegotes. En un mundo digitalizado, hay que buscar medios alternativos. Ese es el futuro”, manifestó Fontán. l

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