Con puntualidad británica da comienzo ‘A noite das cancións extraordinarias’, un concierto en el que la Banda Municipal de Música; acompañada por Paco Lodeiro, Xurxo Souto, Rosa Cedrón y Miguel Ladrón de Guevara, rinde homenaje a la canción gallega y los clásicos coruñeses.
Al elegante saludo de la banda le sigue ‘Galicia Jazz’ de Juan Durán, una pieza compuesta para la ocasión.
Terminado el suave inicio, Souto recuerda al público que llena la plaza que están “en clave de emoción, en la plaza del encuentro”, en una ciudad que "vive en la calle” para celebrar su música, un son que “vive su máximo impulso con Boedo y lo sigue con su discípulo aventajado, Sito Sedes”.
Al intérprete de Los Satélites, recientemente fallecido, dedica Souto un cariñoso recuerdo que extiende a su familia. Ellos y sus grupos, Los Tamara y Los Satélites, son los grandes protagonistas de la velada que se completa con la entrada de Lodeiro, Cedrón y Ladrón de Guevara.
Suena en la voz de Lodeiro un himno a la emigración gallega con ‘Canto á outra nai’ y sigue el espectáculo con Rosa Cedrón y la sentida ‘Unha noite na eira do trigo’.
Sin embargo, la idiosincrasia gallega navega entre la melancolía y la fiesta. Llega la Galicia cañera, “un poco de verbena para bailar, quien quiera que se levante , etiquetas las justas”, subraya Ladrón de Guevara, que baila al son de ‘Puerto de Compostela’.
‘Mi tierra gallega’ precede al ritmo bravú de ‘Atún’ y a ‘Airiños, airiños, aires’, mientras la gente da palmas y corea como le han pedido.
El silencio lo provoca la ‘Negra sombra’, de Rosalía de Castro, por Cedrón y a Santiago va el público ligerito caminando, para ver si se encuentra a la niña Carmela de Boedo o lo que sea que venga, que la noche de la bohemia coruñesa siempre ha sido larga.