El Gobierno local de A Coruña presentó este miércoles los primeros datos extraídos de los radares pedagógicos instalados cerca de centros escolares: cuatro de cada diez vehículos detectados superan el límite de velocidad. En realidad, en los radares situados en el centro, solo el 5% supera el límite, pero en el de Alfonso Molina la cifra llega al 25%.La alcaldesa, Inés Rey, advirtió de que, si para el 1 de marzo no han bajado las infracciones, la Policía Local comenzará usar los radares que no han utilizado hasta ahora para multar.
Ella misma reconoció que la mayoría cumple y respeta la norma. "Pero aínda temos unha ampla marxe de mellora". Si existe concienciación, no se usará los radares. Rey presentó la medida como un "pacto" a los coruñeses. "Imos a agardar ata o un de marzo, para realizar unha análise. Se baixan, adiaremos a posta en marcha dos radares sancionadores". De lo contrario, concluyó, "é evidente que a nosa prioridade é a seguridade".
Recordó que los radares pedagógicos no sancionan, solo se instalaron para concienciar. Pero, dado que están instalados junto a colegios y pasos de cebra, "non quero ser alarmista, pero nos sirven para reflexionar". Apeló a un "compromiso colectivo de los coruñeses" para levantar el pie del acelerador. Se refirió hechos excepcionales, como que en Juan Flórez se llegó a detectar un coche a 94 kilómetros por hora.
Es cierto que el radar que se encuentra cerca del colegio Labaca detectó esos máximos, pero el incumplimiento es mucho mayor en los carriles 30 que en los 50, de ahí la explicación. De los diez radares pedagógicos, tres se encuentran en puntos de gran tránsito: Alfonso Molina, Pedro Barrié de la Maza, y avenida de la Habana. Los otros siete se localizan cerca de centros educativo.
Los tres primeros presentan una muestra de 270.000 vehículos. Rey reconoció que se registraron "buenos indicadores, en cierta forma" en Pedro Barrié de la Maza y en la avenida de la Habana, donde el porcentaje de infractores es del 5% pero en el de Alfonso Molina, casi 70.000 rebasaban los 80 kilómetros por hora. Allí se registró un pico de 122 kilómetro por hora. "Una cifra que é inadmisible", señaló Rey.
De los otros siete lugares donde el máximo de velocidad es 30 km, en cuatro de ellos es más elevado el número de infractores que de conductores que respetan la normativa. Por ejemplo, entre finales de septiembre y mediados de diciembre, en la carretera de Os Fortes, 206.000 de 270.000 rebasaron el límite. La velocidad media es de 40 kilómetros por hora.
En julio, mucho antes de que se conocieran estos datos, el Gobierno local instaló siete cajas de radares sancionadores, y adquirió dos cinemómetros donde instalarlos. Mientras que los radares pedagógicos están instalados en el centro de la ciudad, junto a pasos de peatones y centros escolares, las cajas donde se ubicarán los radares sancionadoras se encuentran en la periferia: Tercera Ronda (2), carretera de Baños de Arteixo, la avenida de A Pasaxe, la de Salgado Torres, la de Finisterre y Alfonso Molina ( a la altura del IES Fernando Wirtz).
Alfonso Molina es el único punto que coincide, aunque el radar pedagógico está situado a la altura de Juan Flórez, varios cientos de metros más adelante. La instalación forma parte de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) y el Ayuntamiento aseguró, ya en julio, que avisaría al público antes de ponerlos en marcha. Así podría interpretarse la advertencia de la alcaldesa.