La asociación Proxecto Cárcere denunció ayer que, en repetidas ocasiones, el entorno de la Torre de Hércules se ve invadido por coches estacionados de cualquier manera, incluida la periferia de la antigua prisión provincial, donde los coches aparcan en el carril de servicio. Según Proxecto Cárcere, ya venía siendo habitual que se aparcase en la parte de atrás de los campos de golf, pero ahora esta práctica se ha extendido a la antigua prisión provincia, “nunha zona que debería ser de lecer e tranquilidade”.
Como la de la Torre de Hércules se trata de una de las pocas zonas naturales que subsisten en el núcleo urbano de A Coruña, Proxecto Cárcere afea la situación: “Parécenos unha falta de respecto á paisaxe e ao patrimonio e di moi pouco da política de mobilidade da cidade e da calidade de vida”.
No está de más recordar que la prisión provincial lleva años sufriendo un proceso de abandono y que todavía no existe ningún plan para su recuperación para su rehabilitación, que sería extraordinariamente cara, rondando los treinta millones de euros. Por el momento, el Gobierno local guarda silencio sobre el asunto, aunque ha llegado a un acuerdo con el Gobierno central para pagar por el inmueble unos 2,3 millones de euros.