“El origen de la vida en la Tierra y su búsqueda más allá de nuestro planeta son interrogantes que la humanidad lleva intentando resolver desde sus inicios”. Así se expresa la astrofísica boirense Isabel Rebollido, que ofreció este miércoles una ponencia en el Centro de Investigación en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Citic) de la UDC. En su disertación, la científica abordó la búsqueda de vida en el universo y los últimos avances realizados.
El evento formó parte del ciclo de conferencias ‘Fronteiras, dende a orixe do universo ata a exploración espacial’, que organizó la Real Academia Galega de Ciencias (RAGC) en colaboración con la Diputación de A Coruña. En el encuentro también participaron los investigadores Benjamín Montesinos y Ester Lázaro, ambos adscritos al Centro de Astrobiología del CSIC.
Rebollido centró su exposición en los discos de escombros, que son esenciales para conocer la capacidad potencial de un planeta para albergar vida. “Los discos de escombro son una etapa del proceso de fomación planetaria. Cuando se forma una estrella, esta tiene alrededor un disco de material que no es parte de la misma”, explica la astrofísica. “Ese disco es muy masivo y en sus primeras etapas tiene mucho gas pero, con el tiempo, se forman unos planetas gigantes que absorben gran parte del gas. Al final, lo que nos queda de ese disco inicial tan masivo son escombros.”, expone Rebollido.
Estas estructuras están presentes en el proceso de formación de los planetas rocosos, como la Tierra, Marte o Venus. “Los planetas rocosos son los que creemos que pueden albergar vida. Los discos de escombros contienen los embriones de esos planetas, por eso su estudio es clave para saber si van a tener agua líquida o una atmósfera”, indica Rebollido, quien considera que, de aparecer vida extraterrestre, esta probablemente sería microbiana. “No vamos a la busca de hombres verdes”, ironiza.