Desde hace años, el edificio okupa del número 120 de la ronda de Nelle es una fuente de molestias y problemas. En sus nueve pisos habitan toda clase de sujetos, muchos de ellos con antecedentes, y se ha convertido en uno de los puntos más visitados por la Policía Nacional. Una muestra de ello es que durante dos días seguidos las patrullas del 091 acudieron al lugar para detener a sospechosos. El primero, un hombre que armaba alboroto y que acabó arrestado por resistencia a la autoridad. El segundo, por un atraco cometido en As Conchiñas.
Los vecinos ya empiezan a acostumbrarse a la presencia de coches patrullas en ese tramo de la ronda de Nelle. No es para menos. Hace diez años se ocuparon los primeros pisos y, desde entonces, la situación se ha ido degradando: los inquilinos legítimos se marchaban y llegaban nuevos okupas. En los últimos dos años, los incidentes se han convertido en la tónica habitual, y tanto la Policía Local como la Nacional acuden a menudo al edificio, ya sea en respuesta a una llamada que les alerta de un incidente o para localizar a un sospechoso.
La mayoría están relacionados con el menudeo de drogas y los robos. De hecho, este edificio es uno de los puntos que figuran en la ronda de la Policía Local, que pasa rutinariamente frente a su portal.
En marzo del año pasado, un joven okupa de 24 años fue detenido por agredir a su pareja, de 18. La Policía Nacional y la Local actuaron a las nueve de la mañana, cuando se produjo el altercado entre los dos implicados, que se habían enzarzado en una pelea. Él aún llevaba pijama y, al ser cacheado, se le descubrió una cantidad significativa de droga encima. En agosto, la Policía Nacional volvió a arrestar a dos sospechosos después de que cayera una lluvia de cristales a la calle.
A esto hay que añadir los problemas de insalubridad, que obligaron al Ayuntamiento a retirar la basura acumulada en el patio interior del edificio el año pasado, porque se había convertido en un vertedero. Los vecinos, ya hartos, se manifestaron el seis de septiembre, justo frente al portal, para exigir una solución a un problema que se ha alargado durante un decenio. Presentaron casi siete mil firmas para reclamar una mayor seguridad ciudadana. Pero el problema parece todavía lejos de una solución.