Emilio Quesada presentó esta mañana en la librería Arenas su último libro, que lleva por título "Franquismo y democracia en el Ayuntamiento coruñés". A sus 92 años, el veterano escritor y periodista asegura que este es el último pero no el "derradeiro", puesto que aún está trabajando en otro de relatos y alguno más de sus memorias.
En "Franquismo y democracia en el Ayuntamiento coruñés", Quesada desgrana gran parte de sus vivencias a lo largo de los 16 años que pasó en María Pita, a donde llegó, según asegura nada más empezar el libro, "por el camino del periodismo". El director de El Ideal Gallego por entonces, años 60, Manuel Santaella, le encarga reseñar las sesiones plenarias, labor que compartía con Constantino Armesto, que cubría la misma información para La Voz de Galicia. "Al cabo de algunas sesiones -recuerda- llegué a la conclusión de que aquellos ediles, salvo contadas excepciones, no daban la talla: se expresaban mal, eran reiterativos, no llevaban estudiados los expedientes, apenas se preocupaban por temas candentes... Y fue entonces cuando pensé: ¿Por qué no?, que yo también podría ser concejal e incluso cumplir el cometido mejor que muchos de los ediles del momento".
En el libro se cuentan numerosos episodios de la historia coruñesa reciente, desde las cenas de Franco en el Ayuntamiento pasando a la creación del polígono de Pocomaco, la rehabilitación del trofeo benéfico Teresa Herrera, las peleas urbanísticas, el Mundial-82, la reforma del estadio de Riazor, la manifestación por la capitalidad de Galicia o el insólito pacto PSOE-PP para la recuperación de la ciudad.
Recuerda también su etapa como alcalde accidental durante 15 días: "Me llegó", resume escuetamente con una sonrisa el periodista, que considera más difícil la labor política que la que ejercía en la redacción. "Nunca perdí la independencia, siempre mantuve mi forma de pensar, liberal, a la izquierda de la derecha o a la derecha de la izquierda", asegura el autor, que se presentó a las elecciones como independiente por Alianza Popular. Si se le pide que concrete un poco más su tendencia, afirma divertido que es "de centro oscilante".
Hasta Arenas se acarcaron esta mañana algunos compañeros de Emilio Quesada en María Pita, como Juan José Lojo Fandiño, dirigente clandestino de USO, o Ángeles de la Iglesia, quienes recordaron los buenos tiempos que compartieron en la política municipal.
El prólogo es obra de alguien que también tiene mucho que decir en la política municipal de los últimos años en A Coruña, Francisco Vázquez. El exalcalde destaca el regalo que hace Quesada a todos los coruñeses desde el privilegio “de haber sido testigo y protagonista de los acontecimientos, lo que aporta al libro un valor cuasi notarial”.