La empresa Dio Expréss anunció ayer que ha recuperado un piso situado en Mesoiro para su legítima propietaria después de convencer a las personas que residían en él de abandonarlo. Según fuentes de la empresa, los individuos llevaban meses sin pagar el alquiler y habían amenazado con causar daños al piso si no se les pagaba para abandonarlo. 

Según las mismas fuentes, el desalojo se consiguió después de un mes de negociaciones con los sujetos, una familia que incluía a un menor y cuyo cabeza de familia tenía antecedes policiales. La vivienda se recuperó en buenas condiciones. 

Francisco Fernández, gerente de Dio Expréss, calificó la operación de típica: “Estamos recibiendo bastante llamadas de inquilinos que no pasan porque hay un colapso judicial”. Fernández recordó que se trata de una actuación pacífica: “Esto es todo sin violencia, a través de una mediación extrajudicial”. 
 

Pero sí es su primera intervención en Mesoiro. Normalmente los problemas con okupas e inquilinos morosos se concentran en los barrios más populosos de la ciudad, como Agra do Orzán o Monte Alto. “En la periferia, de momento, no se han dado casos, más que fue en Perillo, Santa Cristina”, opina el gerente.