Desde que acabó la residencia en Neurología en el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña en 2013, Cristina Sueiro se dedica en exclusiva a la medicina privada, primero en A Coruña y, desde hace unos meses, también en Cambre. La idea de abrir una clínica en el municipio surgió a principios de este año, tras comprobar la carencia de médicos especializados en el entorno metropolitano y la creciente demanda de especialistas en la medicina privada en los ayuntamientos más cercanos a A Coruña. Así nació Cambre Salud. Una clínica especializada y multidisciplinar en la que Sueiro se encarga del Servicio de Neurología.
¿Cuáles son las afecciones o trastornos del cerebro más comunes?
Sin duda, las patologías neurológicas más prevalentes en una consulta de Neurología son las cefaleas y los trastornos cognitivos. En el caso de las cefaleas, más del 95% de los casos se trata de cefaleas benignas, como la cefalea tensional y las migrañas. En trastornos cognitivos, estamos viviendo una explosión de diagnósticos de demencia tipo alzheimer, aunque también he de decir que muchas de las consultas son más bien para descartar la enfermedad, pues se trata de pacientes que tienen síntomas comunes como olvidar dónde dejan algo apoyado, el nombre de un actor famoso… Y que consultan preocupados ante el miedo a tener alzheimer o por haber tenido familiares mayores que han sufrido la enfermedad. En estos casos en la mayoría de las veces no hay un trastorno neurológico subyacente, sino que se trata de síntomas derivados del estrés de vida que llevamos, la sobrecarga de tareas, la falta de descanso, problemas de atención...
¿Cuáles son las consultas más habituales en la clínica?
Aparte de las patologías neurológicas que le he comentado, las consultas más habituales son derivadas de problemas de salud mental (ansiedad, depresión, estrés…). Además de lo que se puede ver en las propias consultas de Psicología y Psiquiatría, también se hace palpable un aumento de la incidencia de estos trastornos en consultas como Reumatología o Fisioterapia, con mayor prevalencia de síndromes miofasciales, dolores de espalda crónicos, contracturas… O en Cardiología donde los motivos de consulta principales son taquicardias, palpitaciones o sensación de falta de aire. Los facultativos en general hemos notado un aumento de consultas por síntomas de origen psicosomático, que relacionamos con la ansiedad y el estrés vividos desde la irrupción de la pandemia por covid-19; la crisis económica, o la guerra de Ucrania, tampoco han ayudado.
¿Son las enfermedades neurodegenerativas una de las ‘pandemias’ del nuevo milenio?
Etimológicamente no podemos hablar de ‘pandemia’, pero como he comentado antes estamos viviendo una irrupción de nuevos casos de enfermedades neurodegenerativas, en concreto de cuadros de demencia. Creo que se puede deber a diversos factores como el aumento de la esperanza de vida –a mayor edad, mayor riesgo exponencial de demencia–, a un parón en los diagnósticos durante la pandemia, e incluso al mayor aislamiento social, que está descrito que es un factor de riesgo para desarrollar una demencia. También que se hable más de las demencias en los medios ha podido ayudar, quizá antes ya había muchos ancianos que tenían deterioro cognitivo, pero se achacaba exclusivamente a la edad y no llegaban a nuestras consultas.
¿Qué señales debemos tener en cuenta y cuándo acudir al neurólogo?
Los neurólogos abarcamos una gran cantidad de enfermedades que afectan al sistema nervioso central y periférico, por lo que los síntomas que motivan al paciente a consultar con nosotros son muy diversos, desde un dolor de cabeza a un hormigueo en un pie… Si hablamos en concreto de las enfermedades neurodegenerativas, las señales que nos deben alertar son por ejemplo la desorientación temporal, la amnesia de hechos vividos recientemente, o la dificultad para reconocer las caras de gente conocida, así como que el propio paciente no sea consciente de sus déficits, que nos orientarían a pensar en una demencia tipo alzheimer. Otros síntomas que pueden reflejar una enfermedad neurodegenerativa son la marcha lenta con arrastre de pies, un temblor de reposo en una extremidad, la lentitud de los movimientos o incluso la disminución del tono de voz.