La noticia de que la Unión Europea recomienda que cada hogar cuente con su propio kit de emergencia ha dado mucho que hablar. Es una idea que resulta ajena a la mentalidad de muchos coruñeses, que la última vez que tuvieron que aprovisionarse para una emergencia agotaron las existencias de papel higiénico. Pero los rollos de doble capa no aparecen en la lista de esenciales de Roberto Orosa, de Orosa Aventura, un exmilitar y experto en supervivencia, que ofrece unos cuantos consejos.

Estos días ha recibido muchas llamadas. Además, se han agotado algunas existencias, como cargadores solares para móviles. “Lo primero, nada de pánico”, pide. Es cierto que la UE ha solicitado a los hogares europeos que preparen un kit de emergencia para sobrevivir tres días sin ayuda externa en caso de que se produzca una crisis climática o una guerra, pero no es que exista ningún peligro real. Se trata simplemente de una de las directrices de la Estrategia de Preparación de la Unión Europea que se presentó el miércoles. “Directrices de este tipo las llevan aplicando países nórdicos durante años, porque allí han tenido que enfrentarse más a guerras y a desastres naturales”, explica Orosa.

Representación

Los aficionados a la supervivencia como él suelen preferir viajar ligeros cuando se sumergen en la naturaleza, llevando solo los cuatro pilares: fuego, agua, refugio y alimentación. Todo debe caber en una mochila ligera. “No puede llevar mucha agua, solo un litro por cabeza”, explica. Una botiquín, una pequeña navaja, una manta aluminizada y un silbato de emergencia, que emite un ruido que llega muy lejos, forman parte de los esenciales en el campo. “Y una prenda de abrigo”, remata Orosa.

Pero lo que pide la UE no es que la gente se eche al monte, sino que aguarde en sus casas a que llegue la ayuda en caso de un desastre. “Es el plazo de tiempo en el que se espera que las autoridades puedan ofrecer una respuesta”, aclara el experto. Eso significa que se puede almacenar alimentos en casa y aguardar tranquilamente la ayuda o el fin del mundo, lo que llegue antes.

Sugiere manteca en vez de aceite, agua suficiente para lavarse y un cargador solar para el teléfono móvil

Y para hacerlo, primero hay que pensar en la alimentación. Legumbres, pastas y conservas, que resisten fuera de la nevera. Aceite o, mejor, manteca. “Vale para más cosas y se gasta menos”, apunta Orosa. Por supuesto, el imprescindible botiquín, que debe contener cosas sencillas “que sepamos usar como, por ejemplo tiritas, desinfectante, gasas, vendas, puntos de aproximación y suero fisiológico”.

En cuanto al agua, bastan con seis litros por persona. “No solo para beber, sino para algo muy importante, la higiene”, aclara. El factor psicológico de lavarte  no puede despreciarse y, por supuesto, está el aspecto sanitario.

En caso de apagón, es conveniente una linterna, y una radio a pilas, porque hay frecuencias de emergencia. Por supuesto, se puede usar el móvil, y mejor si está equipado con una powerbank (batería externa) solar. Y un poco de dinero en efectivo, porque puede que la tarjeta de crédito valga para todo lo demás, pero no para cuando se produce un apagón general. Todo el kit puede comprarse por cien euros.