El espíritu de la romería popular regresó a Santa Margarita con toda su energía

El espíritu de la romería popular regresó a Santa Margarita con toda su energía
El parque de Santa Margarita estuvo concurrido a lo largo de todo el día | Javier Alborés

El parque de Santa Margarita recuperó su estampa más tradicional y reconocible con la celebración del día grande de su romería popular. La jornada festiva lo fue en el más estricto sentido de la palabra, con más de diez horas de diversión y eventos de todo tipo. 
 

Hicieron honor al refranero popular los churros y las rosquillas, que se vendieron como tal e impregnaron de su característico olor una romería que apeló a todos los sentidos. El del oído se encargó de afinarlo la Banda Municipal, con un repertorio acorde con un público de todas las edades y en el que prácticamente todos los gustos quedaron satisfechos: Desde Stevie Wonder a los Jackson Five, pasando por los Beatles o clásicos del jazz como Cabaret o My Way de Frank Sinatra. Cuando, a partir de las 13.00 horas, Gaiteiriños comenzó su pasacalles la romería se hizo más enxebre si cabe. Muchos de los asistentes más veteranos reconocieron en el ambiente de hace décadas, mientras que familias jóvenes con niños quisieron que éstos también se empapasen de una experiencia grabada en el ADN coruñés.

 

Cambio de hábitos

La programación establecía que al filo de la hora de comer acabarían los actos de la mañana, y que la música no regresaría hasta que, a las 20.00 horas, Arredores comenzase su concierto en el Anfiteatro. Es ahí donde se hace notar el cambio de hábitos en la romería, ya que tradicionalmente los tupper, la tortilla y la empanada formaban parte del equipamiento con el que llegaban los asistentes, acostumbrados a comer a lo largo del parque. En esta ocasión, la gran mayoría optó por tirar de mesa y mantel, o bien en su casa o en un restaurante cercano.
 

Entrada la tarde, la música folclórica volvió a ser protagonista. Si el sábado Mercedes Peón hizo las delicias de los asistentes, no menos concurrido y celebrado fue el concierto de Milladoiro, uno de los grandes nombres en la historia de la música gallega. El grupo compostelano dio paso a uno de los momentos más espectaculares del fin de semana: la sesión de fuegos artificiales.
 

Normalmente, la batería pirotécnica suponía el colofón y punto final a las celebraciones de María Pita, pero este año habrá una suerte de bis o propina, como se dice en lenguaje musical. Así, el mismo escenario tendrá un epílogo con el concierto que esta noche, a partir de las 22.00 horas, dará Manu Chao. 
 

Sin embargo, la gran noticia es que, después de la pandemia, el sentir de la romería de toda la vida y como toda la vida.

El espíritu de la romería popular regresó a Santa Margarita con toda su energía

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