A las cinco menos veinte de la tarde, cundió la alarma en el IES Sardiñeira. Un fallo en el motor del ascensor provocó que se calentra y produjera humo cuando estaban terminando las clases. El cuadro docente actuó con rápidez y ordenó la evacuación.
El centro se quedó, además sin luz, de manera que docenas de alumnos tuvieron que esperar en el patio mientras llegaban los servicios de emergencia. Como no había llama, los Bomberos se limitaron a ventilar antes de marcharse, poniendo un fin abrupto a la jornada escolar.