La expedición formada por efectivos del equipo de bomberos y de la Policía Local de A Coruña que se desplaza a la frontera entre Polonia y Ucrania cumplió ayer su segunda jornada de viaje.
Así, los doce viajeros (ocho bomberos y cuatro policías) están ya más cerca de llevar a cabo su misión: dejar en la zona fronteriza afectada por el conflicto bélico la ayuda humanitaria que transportan, y recoger a una treintena de refugiados ucranianos que huyen de la guerra para traerlos hasta la ciudad herculina.
Desde su salida de A Coruña el miércoles, el grupo, dividido en cuatro vehículos, no paró prácticamente en ningún momento, al poder turnarse los conductores, lo que les permitió llevar un gran ritmo. “Dormimos en la carretera, e incluso las paradas que estamos haciendo son mínimas. Solo las imprescindibles para comer y repostar, e invertimos en ellas el menor tiempo posible”, explica Suso Vidal, cabo de los bomberos, y miembro de la comitiva.
A las 17:28 de la tarde de ayer, tras haber avanzado por territorio francés y alemán, el grupo cruzaba la frontera con Polonia, para entrar en el país a través de la localidad de Görlitz. Aunque el destino inicial era llegar justo hasta el límite de la frontera con Ucrania, en las últimas horas se ha producido un pequeño cambio de guión que puede beneficiar a la expedición.
Finalmente, las personas refugiadas que vendrán a A Coruña intentarán desplazarse hasta Rzesvow, algo que les ahorrará unos cien kilómetros de camino con respecto al viaje inicial. De todas maneras, según el plan previsto ahora, la idea es llegar unas horas antes que los refugiados.
Aún así, la expedición no se plantea dormir en un hotel. “La única diferencia para nosotros será que, durante esas horas de espera, no estaremos desplazándonos y nadie tendrá que conducir, con lo que podremos dormir todos. Pero no vamos a abandonar los vehículos, porque el material que llevamos con nosotros tiene mucho valor y no podemos arriesgarnos a que pase algo”, explica Vidal.
Si todo va bien, el domingo a última hora de la tarde podrían estar de vuelta en casa, acompañados en el viaje de vuelta por unas personas que buscan en A Coruña un refugio de la guerra.