Un niño de siete meses que permanecía hospitalizado en el Hospital Materno Infantil de A Coruña ha fallecido este viernes, una vez que los médicos procedieron a desconectarle de los aparatos que lo mantenían con vida, después de una larga enfermedad y a pesar de los intentos de su familia de evitar este final.
En primera instancia, cuando solo tenía tres meses de edad, el pequeño fue ingresado en el Hospital Universitario de Vigo, su ciudad natal. En el referido centro, se le detectó una miocardiopatía dilatada. Finalmente, sus problemas respiratorios acabaron provocando su ingreso en el centro coruñés. En un primer momento, se consideró la opción de un transplante cardíaco y su inclusión en la lista de espera. Posteriormente, tras la valoración de los médicos, se declaró que no era apto para este transplante dada la complejidad de su su cuadro clínico y se llegó a la conclusión de que no había esperanza.
La familia trató por todos los medios de encontrar una solución. Así, consideró una segunda opinión médica, pero el resultado fue el mismo. Desde el Materno Infantil de A Coruña no han facilitado datos concretos del paciente, aunque sí confirman la existencia de esta segunda opinión. "Las decisiones clínicas son tomada por un equipo médico multidisciplinar. En esta ocasión, la familia, ha hecho uso de su derecho a una segunda opinión médica consultando a un equipo de otro Hospital público, cuyo juicio clínico ha sido coincidente", señalan desde el centro hospitalario.
Ahora, en el Materno ya trabajan en acompañar a la familia para ayudarles a sobrellevar esta situación, para lo que cuentan con el apoyo de diferentes especialistas, como psicólogos y otros asistentes.