La puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) es un recordatorio para los coruñeses de que las normativas europeas castigan cada vez más los vehículos de combustión. La UE presiona a los consumidores para que compren coches mucho más caros que, además, tienen que afrontar un problema grave: los puntos de recarga. El Ayuntamiento de A Coruña lleva desde hace años un retraso a la hora de construir una infraestructura que es vital para potenciar la movilidad eléctrica a nivel privado. Actualmente, solo funcionan 48 de estos puntos, incluyendo los privados.
Son pocos si se compara con los 74 de Vigo, tal y como lo refleja la web Eelectromaps. Según datos del Instituto Galego de estadística (IGE), en A Coruña estaban matriculados el año pasado 112.915 turismos, y solo una pequeña cantidad son eléctricos. Son 1.656 los vehículos alternativos matriculados, lo que significa diez veces más que en 2018, cuando solo eran 156, pero esta cifra incluye también los de gas e híbridos, por ejemplo. Porque el problema de la recarga es lo que echa para atrás a muchos conductores.
El Ayuntamiento había instalado once puntos en 2011, durante el Gobierno del socialista Javier Losada, pero solo llegaron a estar activos unos pocos meses. En un principio, el Gobierno local tenía la intención de dar un nuevo impulso a los puntos de recarga, desplazándolos a zonas más periféricas. El objetivo es que el propio sector privado atienda la demanda, ya sea en el garaje, o en un centro comercial o un aparcamiento público, mientras que el nuevo sistema de recarga eléctrica estará pensado para los visitantes.
Esto ya se ha conseguido. Párkings públicos como el del palacio de la Ópera cuentan con puntos de recarga eléctricos, así como el centro comercial Marineda City. Sin embargo, existen problemas para instalar estas tomas de corriente en las comunidades, por ejemplo, por los trámites que se requieren.
Además, no todos estos puntos son de recarga rápida. Los que si lo son, permiten alimentar la batería en 20 minutos. Pero para muchos, es una eternidad.