Unas de las fiestas con más tradición de la ciudad, las de Feáns, se celebrarán el próximo 16 y 17 de julio en un barrio al que los residentes y los representantes de la asociación vecinal siguen llamando “pueblo”. Y buena parte del espíritu de la celebración estará en que se parezcan a la fiesta rural tradicional, en el sentido de punto de encuentro entre generaciones y verbena clásica. 
Así, la fórmula para la orquesta de sábado y domingo será la sesión vermú, en la que los protagonistas serán respectivamente Acordes y Los Españoles. Además, en la programación también se incluyen diversos juegos infantiles, fuegos artificiales o una alborada de gaiteros “por todo el pueblo”, tal y como recalca José Ramón Cernadas, presidente de la asociación vecinal. “Se trata de una de las fiestas más antiguas de la ciudad, ya que después de la Guerra no se dejaron de celebrar nunca; son muy antiguas y con mucha tradición”, recuerda. 

Sin embargo, por muy tradicional que sean las verbenas y demás celebraciones, en el imaginario coruñés, Feáns significa chicharrones, una bandera que desde la pandemia ha dejado de ondear. Para el presidente de los vecinos y uno de los más activos y fervientes defensores de los chicharrones, se trata de un problema de intendencia. “Nadie se imagina el trabajo que supone organizar esa fiesta, porque se trata de dar de comer a 600 personas en media hora o tres cuartos de hora”, explica. “No es que seamos pocos, pero la gente se vincula a medida que se celebra y cuando llevas tantos años se trata de reactivarla”, prosigue Cernadas, que no desvela si este será el punto de retorno o, lo que era uno de los días grandes, empezará a ser un recuerdo en el imaginario colectivo.

Las fiestas de barrio comenzarán en la ciudad mañana mismo, con los tres días de celebración en Los Rosales. La mayoría de asociaciones se encuentran perfilando detalles con María Pita.