La Feira das Marabillas finalizó ayer coincidiendo con el festivo del Día de Galicia. Muchas familias aprovecharon la jornada para disfrutar por primera vez del mercado medieval.
De Foz llegaron Javier y Leticia con sus hijos. No habían visitado la feria en ninguna de las anteriores ediciones y les pareció que era enorme y que contaba con una gran variedad de puestos.
Por su parte, Cristina y David, de A Coruña, acudieron a la feria ayer y destacaron la gran cantidad de gente que mueve. Por la Ciudad Vieja también paseaba Laura, que dijo que el tiempo acompañaba y adquirió dos pares de pendientes a los artesanos.
Entre la multitud destacaban Jason e Icía, dos jóvenes que iban perfectamente ataviados con orejas de elfo, perfectas para la ocasión. Señalaron que su momento favorito de la feria es la noche.
Beatriz y Pablo, residentes en la ciudad, decidieron salir a ver la feria medieval por la mañana, justo antes de reunirse con la familia para comer. También María y Juan, que paseaban por el entorno de María Pita.
Allí Noelia y Sofía se detuvieron para disfrutar de las actuaciones y señalaron que la feria estaba muy bien. Una opinión a la que se sumaron Ludmila, Florencia y Ezequiel, que recordaron que la temática pegaba mucho con la ciudad y que las recreaciones estaban muy conseguidas.
Asimismo, con respecto a la ambientación, Carla, que vino a A Coruña por trabajo y lleva un año viviendo en la ciudad, quedó impresionada por los dragones y la ambientación. También por el buen trato recibido por parte de los comerciantes de los puestos: “Son todos muy amables y te explican el producto, de dónde viene y te dejan probar”, indicó.
Muchos turistas han aprovechado también para disfrutar de esta cita señalada. La feria medieval ha dado, como cada año, el pistoletazo de salida a las fiestas del verano coruñés.