Después de casi cincuenta años en activo, la juguetería Didó, en el número 1 de la calle de Fernández Latorre, cierra sus puertas. Eso sí, temporalmente. El motivo es que el edificio en el que se encuentra este bajo acometerá una reforma en el sótano para construir un aparcamiento. “Esperamos que sea momentáneo y confiamos en volver a abrir, pero todo dependerá de cómo quede el bajo”, señalan.
Esta juguetería, que abrió en el año 1977, contiene en su interior todo tipo de juguetes tradicionales. Fue, además, la primera en ofrecer clases de manualidades, que todavía se llevan a cabo. “Si no abriésemos de nuevo, A Coruña se quedaría pobre”, aseguran desde el establecimiento. El cierre tendrá lugar a finales de febrero y, por ello, en su escaparate informan de la liquidación total de sus productos con un 30 y 20 por ciento de descuento.
Los juguetes de madera o muñecas de trapo predominan en este negocio, donde la tradición es la esencia. Casas de muñecas, cocinas, coches, caballitos, patines... en Didó todos los deseos de los más pequeños pueden hacerse realidad, pero siempre manteniendo el encanto de las jugueterías tradicionales. Desde la tienda no saben cuánto se alargará su cierre, ya que se debe a una obra “compleja”. Esperan, sin embargo, reabrir cuanto antes. La calle perderá su esquina más emblemática a la espera de que recupere en un futuro el color de la alegría que ha marcado a generaciones de coruñeses.