Adiós al ciclo del Tío Ovidio de A Coruña después de 28 años

El Tío Ovidio se despide con un concierto para fieles el mismo día que cumple 28 años; su propietario, Pedro Otero, no lo deja por cansancio, sino por obligación. Durante estas casi tres décadas se ha caracterizado por una clientela muy fiel, el buen gusto para servir las copas y los juegos como los dardos o el billar
Adiós al ciclo del Tío Ovidio de A Coruña después de 28 años
Pedro Otero, en la barra donde se ha hecho popular las últimas tres décadas | Carlota blanco

Para unos en número 4 de la Rúa Alta y para otros en el 89 de la calle Orzán, el Tio Ovidio es uno de los establecimientos más veteranos de la noche de A Coruña. Ha estado ahí, podría pensarse, desde antes de que buena parte de los que salen de fiesta tuvieran edad para hacerlo. En realidad abrió sus puertas un 29 de diciembre de 1996 y apenas las ha cerrado desde entonces. Sin embargo, el ciclo, al menos este largo primer tramo, se acabará para siempre en el día de hoy. Pedro Otero, creador, alma mater, rostro visible y artífice de la leyenda dice adiós para siempre. No lo hace porque quiera, advierte, lo hace porque le obligan. “Ahora mismo, es el mejor bar de A Coruña por rendimiento y la calidad de sus clientes”, sentencia. “En diciembre empecé un expediente de incapacidad y me lo aprobaron”, añade.


El Tío Ovidio se quedará a solamente dos años del 30 aniversario, a pesar de que mantiene esa fidelidad de los habituales. Se trata de uno de esos establecimientos donde uno disfruta de la copa hecha con pausa y con cariño, pero sobre todo donde no hay que pedir, porque el hostelero se sabe de memoria los gustos de todos. Eso sí, habrá relevo y seguirá 


Y también hay, o hubo, atracciones para todos los gustos: billar profesional, máquina de dardos a pleno rendimiento, jukebox, o espacio para coctelería premium. Todo ello aderezado de la inconfundible madera y el cierto toque de café literario. Ese es el legado de Pedro Otero, tras hacerse con Antigüedades Breogán. “Todo se levantó desde cero, no era más que un establecimiento con mucha humedad y cuatro paredes”, recuerda el hostelero. Hasta entonces, su experiencia se limitaba a poner copas en el Tranvía o en su anterior local, el Torques.


El adiós del la jornada de hoy, que comenzará al filo de las 12.30 horas, tendrá música por bandera. Y no es casualidad. Sin haber sido nunca una sala por allí han pasado celebridades que ya le gustaría juntar a muchos festivales. De hecho, llegó a abrir sus puertas a propósito para Carlos Goñi, y los mismísimos Los Secretos sorprendieron a Pedro en pleno servicio. 


Especialmente emotivo, por sorpresivo y por el detalle, fue el recordatorio de La M.O.D.A. (La Maravillosa Orquesta del Alcohol) durante su masivo recital en el puerto en 2023. “Nuestro primer concierto fue en el Tío Ovidio”, recordó su cantante.


Futuro 

Después de casi tres décadas, además, Pedro Otero tiene más autoritas que casi ningún otro hostelero para mojarse sobre dos debates eternos: la ética en la noche y la conciliación entre la actividad empresarial y el descanso vecinal en el Orzán. Y no esquiva ninguno de los dos puntos. "Antes era todo mucho más noble: había gente que sabías que era conflictiva, pero ahora cualquier puede provocarte un jaleo”, lamenta sobre los comportamientos actuales. Sin embargo, sobre la relación con los residentes apunta: “En mi bar, todos los vecinos son clientes. Todos se quejan de lo que no se oye”.


Tampoco se olvida de cuando  Salomao, el héroe de la permanencia del Deportivo en 2015, fue el fichaje estrella del equipo de dardos del Tío Ovidio. Y no le pegaba precisamente mal. “También guardo un gran recuerdo de los periodistas deportivos que cada semana me visitaban al salir de trabajar”, asevera el zascense.


Los que han sido copartícipes de la leyenda están citados a partir de las 12.30 horas para un último baile. “Y hasta que el cuerpo aguante”, anuncia Pedro. El suyo, ya no está para muchos bailes, pero si para las interminables, y también adictivas, conversaciones desde el otro lado de la barra.


Uno de los grandes méritos de Pedro Otero, por otra parte muy difícil de conseguir, es poner de acuerdo a todos sus compañeros de profesión. Quienes han coincidido o hecho negocios con él aseguran: ·”Es un gran hostelero, uno de los que ya no quedan”. También lamenta “la pérdida enorme para el capital humano de la ciudad”. Como le regalen así los elogios en persona a Otero le va a costar bajar la verja de forma definitiva .

 

La campaña a favor de Omar ‘Chachi Piruli’ movilizó a toda la comunidad del Tío Ovidio

Acostumbrado a remover conciencias en sus conversaciones para arreglar el mundo, Pedro Otero fue el promotor de una inicitiva de esas que ayudan a que la vida de la gente sea un poquito mejor. Y es que, entre el mes de octubre de 2023 y enero de 2024 organizó una colecta solidario en favor de Omar Ngom, al que todos conocen cariñosamente por el mote de ‘Chachi Piruli’.

 

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Pedro Ovidio, con una camiseta de conmemorativa de la colecta para Chachi Piruli

Una enfermedad había sacado al senegalés de la calle, de poder realizar su trabajo diario de vendedor ambulante. Rápidamente, todos sus nexos peligraron: la ayuda para sus mujeres e hijas o simplemente el pago del aquiler. Sin embargo, no solamente los clientes habituales, sino también toda la hostelería del Orzán se volcaron con Omar. En cuestión de varios colectas pudo solucionar sus problemas, auxiliar y visitar a su familia y reincoporarse al trabajo. 


Pedro Otero llevó la voz cantante de todas esas manifestaciones, y a buen seguro que muchos de los que colaboraron con las famosas huchas para Omar estarán presentes, a partir de las 12.30 horas, en el local de referencia de la Rúa Alta y calle del Orzán. 
 

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