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viernes | 22 noviembre | 2024
La Filmoteca de Galicia (el antiguo CGAI) retoma su programación trasladando temporalmente sus proyecciones a la Fundación Barrié, donde propondrá una retrospectiva del maestro del cine japonés, Mikio Naruse.
La Filmoteca propone un total de once títulos del cineasta nipón que se emitirán durante la primera mitad del recién estrenado mes de marzo, con entradas gratuitas hasta completar el aforo. Las sesiones serán a las 17.00 horas y a las 19.30 horas, siendo las primeras mañana (“Madre” y “La voz de la montaña”) y el viernes (“El almuerzo” y “Crisantemos tardíos”).
Se trata de una iniciativa que la entidad cinematográfica gallega llevará a cabo en colaboración con la Japan Foundation, además de con las filmotecas de Valencia y de Cataluña, así como con el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
La actividad se traslada a la Fundación Barrié debido a las obras de modernización que se están llevando a cabo en las instalaciones de la Filmoteca y que conllevaron a la paralización de su actividad hasta el momento.
Las actuaciones que se están realizando desde hace varios meses afectan tanto a la cabina de proyección como a la sala, que desde se encuentra vacía, sin butacas, para acometer la reforma.
El ciclo gira en torno a Naruse, nacido a principios del pasado siglo XX, y considerado uno de los grandes nombres del cine nipón, a la altura de nombres más reconocidos en Occidente como Ozu, Kurosawa o Mizoguchi.
El cineasta está considerado como un especialista en el “shomin-geki”, un tipo de cine centrado en las tramas familiares de las clases populares. Así, sus cintas están marcadas por amores llenos de complejidad, retratos de mujeres con fuerte personalidad, que se confrontan con sus límites sociales. Sus historias acostumbran a estar llenas de poesía y de pesimismo que, en su mayoría, intentan mostrar la experiencia de esas mujeres expulsadas de la estructura familiar tradicional.
La primera de las películas que se mostrará en el ciclo de la Filmoteca, “Madre”, está inspirada en una colección de ensayos d estudiantes de Primaria sobre sus madres, dibujando un retrato episódico y realista de la madre japonesa media y de su lucha diaria durante el periodo de posguerra. “La voz de la montaña”, la segunda de las proyecciones, era una de las cintas favoritas del propio Naruse.
El crítico Miguel Marías apunta que Naruse es uno de los 20 o 25 grandes autores que han existido y apunta que “La voz de la Montaña”, junto a “Nubes flotantes”, son tan buenas como las mejores de Mizoguchi, Ford, Chaplin, Rossellini, Renoir o Hitchcock, “comparables a las más grandes de la historia del cine”.
