Durante la mañana de ayer tuvo lugar un accidente que volvió a poner de manifiesto el problema que supone en la ciudad disponer de tan pocas alternativas de circulación por su centro: una simple colisión sin heridos entre dos vehículos (una furgoneta y un Porsche) en la plaza de Ourense provocó atascos de importancia que llegaron hasta As Atochas. Durante casi dos horas, el tráfico permaneció congestionado y tuvo que desviarse por el Paseo Marítimo.
El siniestro tuvo lugar a las once y cuarto de la mañana, según la Policía Local. Según pudieron determinar los agentes de la unidad de Atestados, el conductor del Porsche, que salía de un parking por Sánchez Bregua, ignoró el semáforo que regula el cruce, de manera que chocó con una furgoneta que circulaba en dirección entrada, justo en el centro de la plaza de Ourense.
A pesar de que no se trataba de una hora punta, el tráfico era muy denso, puesto que este es uno de los cruces neurálgicos de la ciudad: inmediatamente se formó un atasco, tanto de Sánchez Bregua como desde la avenida del Puerto. Mientras tanto, al lugar de los hechos acudieron efectivos de la Policía Local así como de Bomberos, puesto que la furgoneta había derramado líquido del motor en la calzada y que suponía un peligro para la circulación.
Los bomberos emplearon sustancias dispersantes para asegurarse de eliminar todo el líquido derramado. En todo caso, aunque la furgoneta se encontraba muy dañada en su frontal, pudo arrancar para despejar el centro de la plaza y estacionar a un lado, donde tuvo que esperar la grúa durante un buen rato. Mientras tanto, la avenida del Puerto, que ya de por sí es una de las arterias más saturadas de la ciudad, se colapsaba: una larguísima cola comenzó a formarse en el cruce y se introdujo por el túnel de María Pita hasta salir por As Atochas y llegar a la plaza de España.
Ante esta situación, la Policía Local decidió desviar el tráfico por el Paseo Marítimo, la única otra salida que quedaba para el tráfico proveniente de Monte Alto. Entre baldear la calzada y retirar los vehículos, la plaza de Ourense siguió a media capacidad y la situación no se normalizó hasta las doce del mediodía de una jornada en la que, además, el tráfico inestable incitó a muchos a desplazarse en coche.