El proyecto de reforma de los Cantones fue presentado esta semana como una actuación hecha por y para los coruñeses. La alcaldesa, Inés Rey, junto a los arquitectos Xosé Manuel Vázquez Mosquera y Carmen Calatayud, explicaron que esta obra nace con el objetivo de dar protagonismo a las zonas verdes y al espacio personal. La gran “sala de estar” de la ciudadanía –en palabras de la regidora– es también una zona fundamental para los diferentes sectores económicos. Ya sea de noche o de día, los Cantones siempre tienen vida. Por ello, los hosteleros, comerciantes, hoteleros, y taxistas evalúan cómo consideran, a priori, que esta reforma afectará a su actividad. “El proyecto parece interesante. Humanizar el centro de la ciudad y generar espacios de reunión siempre es positivo.

En el caso de La Marina, mover la parada de buses de Entrejardines a Manuel Casás es algo que seguro aumentará el tránsito de personas en la zona”. Así comienza su valoración el presidente de la asociación de hosteleros de La Marina, Alberto Boquete. Pero lo más importante para el también propietario de La Mansión 1783 no es otra cosa que la presencia de árboles en la avenida. “En días de sol, aunque escaseen en esta ciudad, se agradece mucho la sombra. Creo que es la evolución lógica después de las reformas que se han llevado a cabo en el centro en estos últimos años”, dice.

Visión turística

El presidente de la Asociación Empresarial de Hospedaje de A Coruña (Hospeco), Agustín Collazos, cree que la remodelación de los Cantones enriquecerá la impresión que los turistas se lleven de la urbe. “Cualquier modificación y modernización de la ciudad conlleva que, sin duda alguna, el nivel de atractivo del sitio se incremente”, señala. El director del NH Collection Finisterre compara la actuación con la mejora de La Marina, “que hizo que la ciudad fuese más atractiva desde el punto de vista de los clientes que nos visitaban. En este caso, al ser una zona muy céntrica que normalmente transitan muchos turistas, hará que la visión que se lleven de la ciudad sea muchísimo mejor”. 

Con la reforma, los taxistas mantendrán su parada en la localización actual, es decir, en el Cantón Grande. Tanto el presidente de Radio Taxi, Antonio Vázquez, como de Teletaxi, Ricardo Villamisar, valoran el proyecto de forma positiva, pero con una puntualización: “Esperemos que nos dejen girar en Juana de Vega para llegar a la parada del Obelisco”. El diseño plantea habilitar un giro a la izquierda en la plaza de Mina para los vehículos que circulan desde Juana de Vega, por lo que las líneas 3 y 7 de transporte urbano modificarán su recorrido y pasarán a emplear este giro. Los profesionales del sector confían en que, al igual que el autobús urbano, los taxis puedan acceder a los Cantones. Fuentes municipales indican que este asunto todavía no está cerrado, por lo que no se puede establecer de momento si los taxistas podrán utilizar este giro. 

El comercio es el sector más crítico con la remodelación. Tanto la Zona Obelisco como la Ciudad Vieja temen que la actuación genere atascos en San Andrés. El presidente de la Asociación de Comerciantes de la Ciudad Vieja (Aceca), Adolfo López, considera que es necesario tener en cuenta la actividad comercial para llevar a cabo un proyecto de tal magnitud. “Habría que hacer un estudio de cómo afecta a la actividad comercial. Es algo que hay que analizar”, sostiene. 

Por su parte, el secretario de la Zona Comercial Obelisco, Javier Mosquera, prevé “dificultad para que la gente llegue al centro desde otros sitios del área metropolitana y lo que pasará es que se quedarán en los centros comerciales”.