Más de 1.300 usuarios en una población de apenas 10.000 habitantes han despertado el interés y las alarmas de un gran portal de referencia en la compraventa online. Es el fulgurante éxito del mercadillo, o Wallapop cerrado, gestionado e ideado por los vecinos de Novo Mesoiro a través de las redes sociales. Después de que éste trascendiese públicamente los representantes de ese gran portal se pusieron en contacto con la asociación de residentes para interesarse por cómo funciona la iniciativa. 

Por el tipo de propuesta y las propuestas semejantes que pueden encontrarse en internet a nivel global no resulta difícil adivinar desde dónde recibió Víctor Lamela, presidente de la asociación de vecinos, una llamada que le dejó a medio camino entre la sorpresa y el orgullo. “No podemos decir la empresa, porque nos pidieron que no lo hiciéramos, pero es una de las grandes, tipo Wallapop, Mil Anuncios o Cash Converters”, confiesa. “Después de ver en El Ideal cómo hemos conseguido que funcionase están planteándose implantarlo a nivel nacional. Es decir: realizar grupos de compraventa en redes sociales como Telegram cerrados por ciudades o barrios”, añade. 

Éxito 

Especialmente activos en grupos de diferentes plataformas, los vecinos de Novo Mesoiro ya pidieron en su día una versión presencial con la solicitud de la ‘objetoteca’ en los presupuestos participativos. En la alternativa de Telegram creada hace unos meses se ofertan desde vehículos a marcos para fotos o simplemente necesidades urgentes de algún residente que rápidamente encuentran respuesta. Básicamente, ir a pedir sal al vecino, pero a través del teléfono móvil y con una mayor penetración.
 

La actividad del mercadillo, en principio cerrada solamente para residentes del barrio, es constante y se basa en la confianza y la cercanía. Es habitual ver más de 50 personas conectadas y una oferta y demanda constantes, con gangas que vuelan en cuestión de segundos.