Solo queda una semana para que finaliza el mes de agosto, lo que supone el inicio del curso político. Será el momento de averiguar entonces si el Gobierno local ha estado haciendo los deberes, porque deberá presentar al BNG el borrador de los presupuestos municipales para 2024. La alcaldesa, Inés Rey, aseguró ayer que se está elaborando el documento que formará la base de las negociaciones. Por otro lado, tampoco existe una fecha concreta para el comienzo de esta, como confirman fuentes del BNG.
“Estamos trabajando en ese borrador y nuestro compromiso –ya lo saben– es comenzar esas negociaciones en el mes de septiembre de cada año con el BNG y así se hará en este primer año”, declaró la regidora. Hay que tener en cuenta que, durante su primer mandato, Rey nunca tuvo los presupuestos listos a tiempos. Normalmente deben aprobarse el año anterior para que puedan entrar en vigor el uno de enero pero, dado que gobierna en minoría, debe pactarlos con otro de los grupos municipales.
De hecho, solo en dos ejercicios se llegó a aprobar un nuevo presupuesto. En los otros dos simplemente se prorrogó el del año anterior, como ocurrió en 2020, durante el estallido de la pandemia y también este mismo año, en el que se mantienen las cuentas de 2022. Esto obliga al Gobierno de Inés Rey a llevar a pleno modificaciones de las cuentas, lo que supone retrasos no solo en las subvenciones nominativas, sino también en las inversiones reales.
De hecho, el portavoz popular, Miguel Lorenzo recordó que entre 2019 y 2021, últimos datos oficiales conocidos de ejercicios cerrados, el Gobierno socialista “dejó sin ejecutar 2 de cada 3 euros presupuestados para obras”. En total suman 180 millones de euros, durante todo el mandato pasado, como denunció Lorenzo durante la reciente campaña electoral.
El mandato pasado, el socio preferente del PSOE fue la Marea Atlántica. En este, será el BNG, puesto que la Marea desapareció del hemiciclo, igual que Podemos y Ciudadanos. Su portavoz, Francisco Jorquera, ha repetido públicamente que una de las condiciones para apoyar a Rey es que las cuentas estén listas en tiempo y forma, tratando de marcar así las distancias con la anterior etapa de Gobierno, que estuvo marcada por fuertes desavenencias con la Marea.
Por su parte, Rey repitió una vez más que su mandato está marcado por el “diálogo y el consenso”, dos premisas con las que ha trabajado en su primer mandato. “Dialogo y amabilidad se mantienen junto con el consenso para esa A Coruña del futuro. No se entendería actuar de otra manera”, declaró ayer mismo. Sin embargo, el propio BNG había criticado al postura del PSOE en el anterior mandato. En este, están condenados a entenderse.