Contra viento y marea, y armados con guantes, capazos y ante todo "muchas ganas", los voluntarios de Afundación, la Asociación Down Coruña y el Grupo Naturalista Hábitat llevaron a cabo esta mañana una recogida de residuos en la playa del Orzán. En el marco del Proyecto Plancton, promovido por la entidad bancaria, una veintena de personas pertenecientes a las tres organizaciones pusieron su granito de arena para eliminar las basuras acumuladas en el arenal coruñés, ayudando de paso a concienciar sobre los perjuicios que estos residuos causan en el medioambiente.
Los encargados de recibir a los voluntarios fueron Manuel Cacheda por parte de Afundación y Elia Pérez por la del grupo Hábitat. Así, Cacheda agradeció a los presentes y a las entidades que participan en el programa su colaboración, mientras que Pérez procedió a explicarles cómo proceder con la limpieza y qué clase de objetos se iban a encontrar. “Vamos a recoger unos residuos que no deberían estar en la playa”, dijo: “El 80% de los plásticos que llegan lo hacen porque en tierra se han gestionado mal. Vamos a ver muchos tapones, bastoncillos de los oídos, toallitas…”.
Pero además de recoger estos residuos, los presentes ayudaron a clasificarlos. Para ello, los voluntarios echaron una gran lona sobre la arena, sobre la que iban depositando la basura recogida. El objetivo, explicó Pérez, es “investigar por qué llegan los objetos y qué se puede hacer para que no lo hagan”. Como ejemplo puso “las botellas de plástico, que ahora llevan el tapón pegado para que no se desprenda”: “Con los bastoncillos de los oídos pasaba lo mismo, ahora son de papel para que haya menos”. “Nuestra labor hoy no solamente es recoger los residuos, sino colaborar para estudiar la manera de que estos residuos no lleguen a nuestras playas”, resumió.
Entre los presentes estaban Tamara y Ricardo de Down Coruña, que mostraron su ilusión por ir a la playa a contribuir con las labores de limpieza. “Vengo a limpiar la playa, que está un poco sucia”, aseguró Tamara, que destacó que su motivación se debía a su amor por los arenales de la ciudad. Por su parte, Ricardo, quien también se mostraba con "muchas ganas” de ayudar, explicó que no es la única actividad que llevan a cabo los miembros de su asociación, en referencia a ‘Ecofriendly’, un programa de educación ambiental que desarrolla el organismo para personas con síndrome de down de la ciudad en colaboración con otras asociaciones.
Cuatro años de proyecto
Cacheda, a su vez, hizo una valoración del estado de la iniciativa. “El proyecto Plancton es sobre todo un proyecto de concienciación medioambiental: la mayor parte que hacemos es de recogidas de residuos, pero también hacemos actividades divulgativas, de formación…”, dijo. “El valor del proyecto no reside solo en los kilos de residuos que recogemos, sino en la concienciación y el aprendizaje que se lleva la gente que participa o que incluso pasa por el paseo marítimo y ve que hay gente limpiando”, explicó. “Desde que empezamos en 2021 llevamos casi 97 toneladas recogidas. De la gente que participa recibimos buen feedback. Hoy mismo una de las participantes me comentaba que a la nieta le explicaron en el colegio qué eran los microplásticos y cómo afectaban a la fauna. Ese tipo de mensajes que nos llegan de segunda vuelta son un valor añadido al proyecto, con gente que nos comenta lo que ha aprendido”, asegura. “Además, cada vez más gente y más colectivos se suman al proyecto, como hoy Down Coruña, y nosotros encantados”, manifestó: “Creemos que está teniendo bastante tirón y calado, porque cada vez más gente nos demanda participar”.
Un diagnóstico positivo que también comparten desde Hábitat. “Nuestra función es estudiar para conservar el medio natural. Los residuos son perjudiciales para los ecosistemas marinos y costeros. Entonces esto lo que hace es ayudar a que las personas que vengan estén concienciadas”, comentó Pérez. "Además de enseñarles y decirles ‘tenéis que recoger esto porque es peligroso para la fauna’, les concienciamos de un uso responsable de estos residuos, porque se sabe que con cosas como las toallitas no es que simplemente las usemos y ya, sino que meses después llegan a las playas", explicó.
Así, aseguró que los participantes se van aprendiendo "muchas cosas": “Hay muchas personas que creen que las algas son suciedad, y nosotros tratamos de demostrarles que la suciedad es lo que nosotros apartamos, esos residuos y esa basura que están ahí por un uso irresponsable nuestro”. También “les enseñamos por qué llegan esas algas aquí, qué conlleva que estén ahí… Son pequeñas semillas que vamos dejando para que la gente que llega a las playas que no son tan urbanas se dé cuenta de que las algas son una parte fundamental del ecosistema". El objetivo, “dejar esa idea en la cabeza y que alguien que pase por la playa todos los días no diga que esté sucia por las algas": "Está sucia por todos los residuos que llegan aquí por otros motivos". "Aportamos un granito de arena a esos estudios, porque estos datos no se quedan aquí, sino que se trasladan a los científicos para que busquen soluciones", sentenció.