La inauguración de una nueva carretera entre Casablanca y el puerto y el reparto de ecocubos para que los coruñeses se adaptasen al nuevo modelo de gestión de basura eran dos de las noticias principales del periódico el 10 de noviembre de 1999. Hace 50 años, el interés estaba puesto en los cambios que se iban a acometer en el entorno de la Torre de Hércules, lo que significaba que las autoescuelas, que solían hacer las prácticas en la zona y que habían construido algunos circuitos, temían perder hasta cuatro millones y medio de pesetas. En 1949, hace 75 años, El Ideal Gallego informaba sobre la colisión de dos pesqueros a veinte millas de la Torre de Hércules, con la consecuencia fatal de la muerte de uno de los marineros.
El Ministerio de Fomento abrió ayer al tráfico –un día después de lo previsto inicialmente– el enlace entre Casablanca y la carretera del puerto. Aunque la circulación fue muy fluida, los técnicos consideran que aumentará progresivamente hasta que empiecen las obras para la construcción del falso túnel de Os Castros, momento en el que todos los vehículos deberán utilizar este enlace. Los trabajos en la zona podrían comenzar antes de final de año y estar terminados en el verano de 2000.
Informaba también el periódico del 10 de noviembre de 1999 del reparto de ecocubos, indispensables para el modelo Nostián que iba a empezar a aplicarse en la recogida y tratamiento de basura en A Coruña. La empresa atendía una media de 500 llamadas diarias de ciudadanos interesados por saber dónde recoger los depósitos para participar en la campaña de reciclaje. Por aquel entonces, se habían repartido ya más de 33.000 ecocubos, con dos compartimentos, que el Ayuntamiento entregaba a los ciudadanos a razón de una media de dos mil cada día. La intención del reparto era la de tratar de concienciar a los vecinos acerca de los beneficios de separar la basura y de convencerlos de que tenían espacio suficiente en la cocina, algo que muchos discutían, para poder poner un depósito doble.
Un grupo de autoescuelas de la ciudad han mostrado su preocupación por el futuro que el Ayuntamiento prepara para las instalaciones que han montado en la Torre de Hércules. El asunto es más o menos así: cuando el Ayuntamiento decidió pavimentar la calle Gregorio Hernández –que buena falta hacía– a las autoescuelas que hacían allí las prácticas se les habilitó un terreno provisional en las proximidades de la Torre de Hércules. En un solar municipal se les permitió instalarse, mientras no se producía el traslado definitivo a Sabón, donde tienen comprometidos terrenos. Pero algunas de estas empresas decidieron montar en el solar municipal casetas y pistas donde pudieran realizar las prácticas y clases teóricas, y algunas construyeron un edificio hasta con cafeterías. En total, son cuatro millones y medio de pesetas lo que allí han invertido.
A última hora de la mañana, la embarcación de pesca denominada “Salmón”, de la matrícula de La Coruña, abordó, a 20 millas de la Torre de Hércules, a la de igual clase “Montenegro número 4”, de la matrícula de Vigo. A consecuencia del accidente, resultó gravemente herido, falleciendo momentos después, el tripulante de esta última embarcación, Vicente Iglesias, vecino de Vigo. El “Montenegro”, que se dedicaba a la pesca de castañeta y que en aquel momento dirigía el patrón de costa Claudino Fernández, trató de pasar por delante del “Salmón”, que llevaba tendido el aparejo e iba a gran velocidad, embistiendo este último contra él, echándole a pique. El “Montenegro” se hundió rápidamente y los 18 hombres que componían la tripulación se arrojaron al mar. Con toda prontitud, los tripulantes de otros buques prestaron su auxilio aunque Iglesias falleció.