Las patrullas policiales nocturnas para vigilar las zonas de copas eran noticia hace 25 años, cuando El Ideal Gallego hacía balance de las denuncias tramitadas por estos agentes, cinco de media los fines de semana. También a estas alturas de 1999 la plantilla de la Fábrica de Tabacos seguía con su lucha laboral para tratar de evitar el cierre de la empresa y no descartaba convocar nuevas movilizaciones de protesta. Hace 75 años, el 28 de octubre de 1949, el entonces alcalde, Alfonso Molina, trataba de buscar una solución al conflicto de la carne, acentuado por la escasa diferencia entre el precio en el Matadero y el de venta al público. En 1924, hace 100 años, el periódico daba cuenta de la Comisión permanente celebrada en el Ayuntamiento.
Cinco meses después de que entraran en funcionamiento las patrullas nocturnas compuestas por tres policías municipales para vigilar las zonas de copas, los agentes han tramitado más de 25 denuncias contra otros tantos jóvenes en las noches de los fines de semana. A pesar de que la media apunta en otra dirección, fuentes policiales aseguran que últimamente se están registrando cinco denuncias cada fin de semana, con lo que el total anual podría ir en aumento. La primera causa que argumentan las demandas es orinar en la vía pública, motivo por el que los agentes municipales han identificado a un gran número de personas. Asimismo, los destrozos del mobiliario urbano son frecuentes en las noches del fin de semana, tal y como demuestran las oleadas de incendios en contenedores y coches ocurridos en la ciudad recientemente.
Por otra parte, la plantilla de la Fábrica de Tabacos no descarta reanudar las movilizaciones contra el cierre de la empresa, después de que ayer, 27 de octubre de 1999, el PP rechazase debatir en el Congreso sendas propuestas del PSOE y del BNG para retirar el plan de viabilidad de la compañía. Los empleados aseguran que es necesario combinar “la presión social y las negociaciones” como última alternativa para evitar la pérdida de más puestos de trabajo en la comarca coruñesa.
El alcalde, que lleva personalmente el asunto de la mejora en el abastecimiento de carne, prosiguió ayer, 27 de octubre de 1949, sus conversaciones para llegar a una solución del problema, celebrando una entrevista con representantes de la Comisaría de Recursos. El problema radica en la forma de adjudicación de puntos, como prima a los entradores de ganado. Estos puntos suelen suponer dos pesetas o dos cincuenta más por kilo de carne (cada punto equivale a una peseta), que se aumenta al ganado en el Matadero, y como para la venta al público existe una tasa, resulta que si los comerciantes carniceros se atienen a ella, la diferencia entre el precio en Matadero y precio al público es casi nula. Confiemos en que el interés que el señor Molina tiene en la solución del importante problema, y su tesón para encontrarla, obtenga el resultado apetecido.
A las cinco y media de la tarde de ayer, 27 de octubre de 1924, celebró sesión extraordinaria la Comisión permanente, bajo la presidencia del alcalde accidental, señor Vila. Después de aprobada el acta de la sesión anterior, y como el asunto a tratar se refería a un expediente instruido al médico municipal don José M. Guillán, se acordó que fuese secreta.
A las seis de la tarde de ayer celebró la quinta sesión el pleno del Ayuntamiento, en segunda convocatoria. Presidió el alcalde accidental, señor Vila, y asistieron veinte concejales. Aprobada el acta de la sesión anterior, el presidente, señor Vila, dio cuenta de que en la sesión secreta que acababa de celebrar la Comisión permanente se había acordado confirmar la suspensión de empleo y sueldo por dos meses del médico municipal don José M. Guillán.