Frente al edificio de Nuevos Juzgados sonaron ayer villancicos. Pero no eran unos alegres niños pidiendo el aguinaldo quienes entonaban los cánticos, sino unos furiosos abogados de oficio los que exigían mejoras salariales. Llevan en huelga desde el 21 de noviembre y ya son más de 300 los procesos paralizados.
Antonio Vázquez, portavoz de los manifestantes, señaló que la protesta va cobrando fuerza día a día: “Mucha gente que no tenía conocimiento, se van dando cuenta de la trascendencia del problema y los juzgados atienden a las peticiones de suspensión de plazos de actos procesales”. Esto incluye suspensiones de procedimientos y de actos de juicio (como una declaración). La cifra de 300 afecta a ambas.
Vázquez asegura que incluso hay resoluciones judiciales que les dan la razón: “Seguiremos adelante hasta que la Administración acepte nuestras reivindicaciones”. El Colegio de Abogados de A Coruña cuenta con unos 4.000 miembros y de estos, unos 720 pertenecen al turno de oficio, aunque la cifra real varía con las altas y bajas. Ferrol y Santiago están por debajo de los mil colegiados. “Todos los órganos judiciales de Galicia están suspendiendo”, asegura.
Cada letrado (o procurador) desea ejercer su derecho a huelga lo anuncia en el juzgado, y este resuelve el mismo día que se celebra el acto. “Nos fijamos en los casos de resoluciones negativas, y aquí son anecdóticas”, aclara el portavoz. Eso significa que la huelga la secunda la mayoría de los afectados.
Vázquez recuerda que los abogados de oficios no cobran en sí, sino que reciben una especie de indemnización, diez veces menor que el salario real. “Nuestro servicio es obligado, estás sujeto a él si eres abogado, pero estás dispensado si hay voluntarios”, aclara el portavoz. Como no cotizan ni les cubren el desplazamiento, los abogados de oficio pierden dinero. “Yo acudo a pie. Es mi propia forma de protesta”, comenta Vázquez.