La imposibilidad poética de Emily Dickinson y el arte de la coruñesa Marita Carmona

La creadora coruñesa presenta esta tarde en el espacio cultural Galgo Azul (19.30 horas) el libro ‘Las certezas del Sol’ (Editorial Frenética), en el que reúne 20 poemas de la autora estadounidense con una veintena de sus creaciones pictóricas
La imposibilidad poética de Emily Dickinson y el arte de la coruñesa Marita Carmona
Marita Carmona, con ‘Las certezas del Sol’ | Cedida

El torrente creativo de Emily Dickinson se une al arte de la coruñesa Marita Carmona para conjugar una obra única, ‘Las certezas del Sol’ (Editorial Frenética). Esta tarde la presenta en la librería Galgo Azul, a las 19.30 horas. 


La artista explica que el proyecto nace de Olga Pastor y del nacimiento de Frenética. “Ya tenía ganas de trabajar conmigo, le gusta mi obra y ya me comisarió una exposición”, explica. Por ese motivo le propuso la creación de “un libro de artista” y le planteó varios nombres: “Yo escogí a una de mis autoras favoritas, que es Emily Dickinson”. 
 

Su poesía, “si se pretende describir, es muy difícil”, pero eso, precisamente, le dio cierta libertad a la hora de abordar el trabajo, que son 20 poemas con sus correspondientes 20 dibujos creados por Carmona para la ocasión. “Está todo muy cuidado: el concepto, la portada... son 20 poemas, en una edición bilingüe en castellano y en inglés. Pude escoger los 20 poemas, dentro de los mil ochocientos y pico que tiene la autora”, comenta.
 

El “faro principal” para hacer la selección de entre los poemas de la autora estadounidense, apunta Carmona, estuvo en “aquellos que iban despertando un hilo del que ya se estaba iniciando el dibujo”. “Lo que me hizo seleccionar cada uno fue que veía cómo acariciarlo, cómo caminar por ese poema”. Carmona tiene claro que Dickinson es una poeta “muy críptica, muy vanguardista para su época, de repente no ponía comas, cambia de minúscula a mayúscula, le gusta mucho romper, generar extrañeza, que es algo que a mí también me interesa mucho en el arte, fue fantástico. Fui escogiendo los que veía con claridad, los que veía que podía hacer algo, contar algo a partir de ella”. 

 

Proceso formal

Carmona explica que en presentaciones previas ya abordaron que el “proceso creativo tan raro, tan difícil, de Emily Dickinson”, se parece, pese a la distancia temporal, “a cómo un artista da saltos en abismos conceptuales, que a lo mejor no controla todo lo que está pasando”.
 

En el prólogo del libro, que escribe su hermano, se explica “la imposibilidad de describir, incluso verbalmente, un poema, porque el poema ya está intentando ir a los márgenes de la propia palabra”.


“Lo que yo hice, que lo explica de una manera muy poética y hermosa mi hermano, es como seguir los pasos sonámbulos, sin invadirla, sin despertarla, feliz de haberlo entendido”, apunta. “Ahí hay una paradoja, que también utiliza mucho Emily Dickinson: entenderlo todo es no pretender entenderlo todo, es como estar en trance y no buscar, ni dominar, ni ponerse a cabalgar ese caballo, sino ponerse a su lado. Es lo que hizo superrico el proceso y natural, es como suelo trabajar, además”. Y es que la mente de Carmona, explica ella, “también forma imágenes de forma casi como funciona un poeta”. 

La imposibilidad poética de Emily Dickinson y el arte de la coruñesa Marita Carmona

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