Los vecinos de la calle de Fray Pedro Payo Piñeiro, en Eirís, se vieron sorprendidos de mañana por un importante incendio, que se declaró en el quinto piso del número cinco. Las llamas rompieron la ventana del salón y quemaron la fachada, alarmando a todo el vecindario. Aunque se extinguió pronto, la virulencia del fuego destrozó el piso, dejando sin casa a una familia. Fuentes de Bomberos confirman que se trata de uno de los incendios domésticos más graves que se han registrado en lo que va de año. 

El fuego se declaró a las nueve menos veinte de la mañana, según Bomberos, y se localizó en el salón principal de la vivienda. En ese momento, se encontraban en el interior cuatro personas (una madre con sus hijos de corta edad) y la mascota familiar. Como el incendio creció rápidamente, la madre cogió a sus hijos y huyó al exterior, mientras el fuego crecía y la temperatura hacía estallar los cristales Lenguas de fuego lamieron la fachada, mientras los cristales caían a la calle. “Rompió fachada”, confirman fuentes de los servicios de emergencia.  
 

Otros residentes del inmueble, al comprobar lo que estaba ocurriendo, decidieron evacuar el lugar antes incluso de que llegaran los servicios de emergencia. Afortunadamente, al producirse en un último piso, el fuego y el humo, que suele inundar las zonas comunes cuando el incendio se declara en un piso inferior, no afectaron a nadie. 
 

“Cuando llegué, mis vecinos me contaron que mi familia estaba en el 24 horas”, explica el padre, que esperaba en la calle que los 

Bomberos finalizaran las labores de extinción. A pesar de todo, reconoce que pudo haber sido peor. “Menos mal que grave no ocurrió nada, porque la mujer sacó a mis hijos. Pero todo lo que tenía invertido se fue al garete”, comentó el afectado, que asegura que la fuente del fuego fue la calefacción del piso, en el que vivía de alquiler: “Tendremos que mudarnos a casa de mis padres mientras buscamos otra casa o reformamos esta”.
 

Los Bomberos acababan de comunicarle que la casa había quedado inhabitable y que no podrían regresar de momento. Es más, los servicios temían que las llamas hubieran dañado también la fachada, puesto que salieron por la ventana y fue necesario hacer una comprobación para descartar elementos que pudieran caer a la calle. Después de eso, los Bomberos se retiraron y la Policía Local pudo reabrir la calle al tráfico, que había estado cortada durante más de una hora. l