Notablemente enfada con el relato popular y convencida de haber mejorado el horizonte de los vecinos, Inés Rey ha tardado menos de 24 horas en dar réplica a la manifestación y las apelaciones por parte de los residentes en Agra dos Mallos, que el pasado miércoles cortaron la avenida de Arteixo para anunciar que están “en loita” y recordaron que sus casas “ni se tiran ni se venden”.
Es precisamente ese punto, así como el apoyo del grupo popular a los manifestantes, lo que más ha contrariado a la alcaldesa. “Con todo respeto a los vecinos, hay dos viviendas afectadas que desaparecían con el PXOM de 2013, con el Gobierno de uno de los señores que se manifestaban esas viviendas desaparecían, se tiraban” recalcó. “El Gobierno que yo presido cambió el plan para que no hubiera que tirarlas. Es falso que se vayan a tirar esas viviendas, igual que las cantidades que se han hecho públicas y que se ofrecen a los propietarios”, añadió.
La regidora apeló a su código deontológico como letrada para no entrar en cuestiones numéricas. “Lo llevo inoculado”, subrayó. Sin embargo, sí enumeró algunas de las soluciones que se han planteado a los residentes en las viviendas afectadas por el proyecto del polígono de A Sardiñeira. “A los inquilinos de renta antiguo se les ha ofrecido hacernos cargos de los alquileres durante diez años en otro edificio de la zona. Desde que hemos empezado a hablar con ellos hemos ofrecido todas las soluciones que dentro de la legalidad vigente se pueden ofrecer”, explicó. Por otra parte, respecto a esas cantidades a las que no quiso hacer mención, sí agregó el contexto que supondría pasar a ser parte del nuevo entorno de la zona. “Van a ser parte integrante de un polígono y como tales tienen que asumir una serie de cargas, que hemos minimizado, pero si deciden quedarse deben asumir”, aseveró. “Esa gran obra va a transformar el nudo de la estación intermodal y sus propiedades ganarán más valor. Seguimos negociando con ellos y trataremos de buscar la mejor solución posible”, finalizó.