El jardín de San Carlos, el último olmedal histórico de España, vuelve a estar amenazado por la presencia de un viejo conocido. Se trata de la grafiosis, un hongo transmitido por un insecto que crece dentro de los árboles y tapona las vías por las que circula la savia. Esto puede llevar a que las ramas superiores se sequen y, si bien en 2022 se talaron hasta tres olmos afectados, ahora vuelve a haber rastro en otros ejemplares y se estudia si se propaga por las raíces. Según fuentes municipales, la grafiosis detectada este año se extendió en seis árboles que eran vecinos de los que enfermaron el año pasado. Fue en noviembre cuando el jardín de San Carlos reabrió al público tras su recuperación integral, sin embargo, el 12 de mayo volvió a cerrarse para podar las ramas afectadas por el hongo.
Ahora, además del tratamiento contra el insecto que se aplicó este 2023 y que se hace una vez al año, se investiga si la grafiosis se está propagando por las raíces y no solo por las copas de los árboles. El Gobierno local de A Coruña solicitó hace meses autorización a Patrimonio Natural para hacer catas y enviar material a laboratorio, con el fin de esclarecer si existe la presencia de este hongo en las raíces. El informe favorable de Patrimonio Natural para llevar a cabo las catas llegó el pasado jueves, por lo que es posible que se realicen en las próximas semanas.
Desde el Ayuntamiento indican que estas se harán en torno a los árboles tocados por la grafiosis y también alrededor de los que están bien de salud. En caso de que se detecten áreas de hongo en las raíces, adelantan que se abrirá una zanja donde corresponda, para aislar el hongo de los ejemplares con buena salud. Durante los trabajos estará presente un arqueólogo, por si durante las catas apareciese algún tipo de resto, de acuerdo con el protocolo de actuación aprobado con Patrimonio Cultural (al tratarse de una zona Pepri) cuando se completó la reforma de este jardín romántico, catalogado Bien de Interés Cultural (BIC). A mayores, también se valora, de cara al futuro, la inclusión de nuevos ejemplares de olmo del país, resistente a la grafiosis, con flor y semilla. Unos expertos consultados aseguran que frenar la expansión del hongo es inevitable y advierten de que en el plazo de un año podrían estar todos muertos.
La renovación de San Carlos, uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad, supuso el año pasado una inversión de 250.000 euros. Se permitió la recuperación del trazado original, dividido en ocho parterres dedicados cada uno a una zona del mundo.
También se mejoró la composición botánica por parte de un equipo interdisciplinar, se pavimentó con planta flexible, se instalaron bancos y las lanzas de hierro que rodean el catafalco de Sir John Moore fueron restauradas. Se instalaron además carteles explicando las mejoras realizadas, así como una escultura del brigadier Francisco Mazarredo, creador del jardín.