Joan Ibáñez | “Espero que el concierto sirva para los estudiantes que no se plantean que el piccolo les puede dar de comer”

La Orquesta Sinfónica de Galicia (OSG) estará dirigida esta tarde (20.00 horas) por el alemán Markus Stenz en una ocasión especial, la primera actuación del músico valenciano como solista, para interpretar el ‘Concierto para piccolo’ del compositor americano Lowell Liebermann, que no se tocaba en España desde el año 2016
Joan Ibáñez | “Espero que el concierto sirva para los estudiantes que no se plantean que el piccolo les puede dar de comer”
Joan Ibáñez, en el Palacio de la Ópera | Javier Alborés

El concierto de esta tarde (20.00 horas) de la Orquesta Sinfónica de Galicia (OSG) será especial por lo atípico del instrumento que ejercerá de solista: el piccolo. Tras 16 años en la orquesta, Joan Ibáñez cambiará su silla habitual, arropado por los suyos, para ponerse frente al público para interpretar el ‘Concierto para piccolo’ de Lowell Liebermann, bajo la batuta del alemán Markus Stenz.
 

El propio Ibáñez señala que “un concierto para piccolo es poco habitual”, tanto, que es el primero que se programa en la orquesta desde que él llegó a la formación, hace 16 años. Fue iniciativa suya, “se lo presenté al gerente, porque en estos 16 años han pasado solistas de todo tipo, obviamente los de siempre, que son violinistas, pianistas, chelistas... pero también han venido flautistas, trompistas, percusión...”. Ibáñez considera que “el piccolo se conoce mucho a nivel sinfónico, pero no se conoce realmente el repertorio que hay para el instrumento”.


El músico de origen valenciano explica que habitualmente, su instrumento se utiliza para “marchas militares, momentos de batalla, de guerra, para reforzar las flautas o los violines”, pero también para ambientes más festivos como valses o polkas, “y para tormentas, que siempre está el piccolo por encima haciendo ruido”, indica entre risas. “Pero el piccolo tiene más que ofrecer”, añade, mientras explica que “Liebermann lo utiliza en esos registros que la gente desconoce, mucho más lírico, más cantado, sobre todo las notas más graves y medias, porque siempre nos escriben por arriba del todo”.

 

Ponerse al frente

Ibáñez reconoce que esta propuesta supone “salir de mi zona de confort, es un cambio enorme”. El músico explica que en los vientos cada parte es única y que también hay “intervenciones solísticas”, “pero estamos desde nuestras sillas, arropados por nuestros compañeros, yo estoy detrás de los violines, por ejemplo, no estás tan expuesto como al estar justo al lado del director, de pie, mirando al público a los ojos”, relata entre risas. “Es un desafío, pero lo hago encantado”.
 

Aunque los más melómanos o habituales conocen las “diferencias de color y de carácter” de un instrumento como el piccolo, “igual la gente menos habituada desconoce un poco lo que puede llegar a ofrecer el instrumento, por eso es por lo que quise tocar el concierto, para que se conozca, tanto el instrumento como la música”. Pero Ibáñez tiene claro que no se lo dedica solo al público, “sino que creo que dentro de los flautistas también hay muchos estudiantes que no se plantean que este instrumento les puede dar de comer, no se lo plantean como opción”, algo que también le ocurrió a él en el pasado.


Pero, además, en este concierto se da una casualidad. Además de no haberse interpretado en todo el tiempo que Ibáñez ha pasado con la OSG, esta pieza de Liebermann no se había tocado en España desde que lo hiciera la Sinfónica del Principado de Asturias en 2016. Cosas de la vida, hoy sonará en el Palacio de la Ópera y, en dos semanas, lo interpretará Néstor Sutil, con pasado en la Joven de la OSG, con la Bilbao Orkestra Sinfonikoa. 

Joan Ibáñez | “Espero que el concierto sirva para los estudiantes que no se plantean que el piccolo les puede dar de comer”

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