Fue lo nunca visto. Y ocurrió ayer, a partir de las ocho de la tarde. Por primera vez desde el 15 de mayo de 1992, cuando inició su trayectoria al ofrecer su primer recital, la Orquesta Sinfónica de Galicia colgó el cartel de “no hay billetes” en un concierto de abono celebrado en sábado. Todas y cada una de las 1.721 butacas del recinto de la cantera de Santa Margarita se llenaron.
Los expertos desconocen el motivo concreto de esta curiosidad, pero lo cierto es que la OSG funciona siempre mejor los viernes que los sábados. En el caso de este fin de semana, hubo éxito en los dos días, puesto que se agotaron las entradas para ambos conciertos.
En ambas jornadas el programa estuvo compuesto por el ‘Concierto para piano en sol mayor’ de Maurice Ravel, y la ‘Sinfonía Alpina, op. 64’, de Richard Strauss.
Tanto el viernes como ayer, la Sinfónica y la Orquesta Joven OSG actuaron bajo la batuta del vallisoletano Roberto González-Monjas y estuvieron acompañadas por el pianista y compositor Fazil Say.
El intérprete turco, uno de los pianistas más reconocidos de los últimos tiempos, llegó a la ciudad hace unos días y aprovechó para dar un paseo y hacerse algunas fotos en los lugares más emblemáticos, como la playa del Orzán, que compartió con sus seguidores a través de sus redes sociales.
A lo largo de esta temporada, la Orquesta Sinfónica de Galicia tiene como hitos principales dos estrenos absolutos y una gira nacional por los principales centros musicales del país, con conciertos en Madrid, Barcelona, Valladolid, Bilbao y Girona.
Las colaboraciones de la orquesta con Radio Clásica y el convenio firmado con TVG para la retransmisión de algunos de los conciertos por televisión son también parte importante de la presente temporada.
El próximo viernes, 17 de enero, la orquesta volverá al Palacio de la Ópera, con Joan Ibáñez al píccolo y Markus Stenz a la batuta como estrellas invitadas y un programa a base de Schuman, Liebermann y Farrenc.