La jugada maestra del PSOE coruñés: reducir los casos en los que hay que llevar las cuentas a pleno

El edil de Hacienda es el autor de esta táctica, que limitaría la capacidad de maniobra de la oposición
La jugada maestra del PSOE coruñés: reducir los casos en los que hay que llevar las cuentas a pleno
Francisco Jorquera estrecha la mano de José Manuel Lage | Javier Alborés

La aritmética plenaria nunca ha jugado a favor del Gobierno de Inés Rey, que siempre se ha encontrado en minoría, pero en el nuevo presupuesto que piensa llevar a pleno el jueves puede nivelar la situación. El concejal de Hacienda y hombre fuerte del Gobierno local, José Manuel Lage, es el autor de un cambio en las reglas que rigen las modificaciones del presupuesto, la adjudicación de bases. El objetivo es poder mover el dinero dentro de cada concejalía como se necesite. Y de esta manera, no depender tanto del BNG. 


Fuentes municipales señalan que lo que se busca es “mayor agilidad en la tramitación y la gestión presupuestaria dentro del marco que permite la ley”. Y, como todo el mundo sabe, uno de los motivos que hacen tan farragoso es tener que pactar con la oposición. Como piensa aprobar estas cuentas llevándolas a una cuestión de confianza, es decir, sin necesidad de pactarlas, el Gobierno local va a aprovechar para introducir cláusulas favorables a él con las que la oposición nunca tragaría.

 

1 El difícil equilibrio en el hemiciclo municipal

El Gobierno local se halla en minoría. El PSOE cuenta solo con once concejales, mientras que el PP es el mayor grupo en el hemiciclo municipal, con doce. El BNG tiene tan solo cuatro, pero es la llave de la gobernabilidad, igual que la Marea Atlántica lo fue en el anterior mandato. Con la desaparición de esta formación, así como la de Podemos y Ciudadanos, el  Gobierno de Inés Rey dejó de ningunear al BNG, al ser su único contrapeso frente al PP, para convertirlo en su socio preferente (en realidad, el único posible). Gracias a él, consiguió aprobar en tiempo y forma los presupuestos de 2024, un hito para un gobierno en minoría en A Coruña. 


Hay que tener en cuenta que, en ese momento, el Ayuntamiento funcionaba con los presupuestos prorrogados del año pasado. El PP criticó que el PSOE no quisiera negociar con él, pero el  Gobierno de Inés Rey se mantuvo firme y pactó solamente con el BNG. A finales de diciembre, ambas partes llegaron a un acuerdo para un presupuesto “récord” de 375 millones de euros de gasto público, gracias a un endeudamiento de 48 millones de euros.

 

2 El año pasado se llevaron seis modificados  

A pesar de que el Gobierno de Inés Rey consiguió aprobar los presupuestos, durante el año pasado llevó en seis ocasiones a pleno otras tantas modificaciones millonarias, que consiguió aprobar con el apoyo del BNG. El PP criticó el abuso que suponía, pero Lage respondió recordando que durante el mandato de Carlos Negreira (2011-2015) se habían llegado a modificar en 14 ocasiones el presupuesto. 


De todos modos, no todas las modificaciones tienen que ser llevadas a pleno para su aprobación. Fueron muchas más las que se hicieron de menor porte. Fuentes consultadas apuntan a que superarían con creces las cien modificaciones.

 

3 Ruptura del BNG con el PSOE en noviembre

Pero las relaciones entre BNG y PSOE se fueron tensando a medida que avanzaba el año porque los nacionalistas consideraban que el Gobierno local no estaba cumpliendo con todas las cláusulas del  cuerpo presupuestario. Cuando comenzaron las negociaciones, el portavoz del BNG, Francisco Jorquera, se plantó y declaró que su grupo quería un informe del cumplimiento de los acuerdos además de un borrador de las cuentas. 


A finales de noviembre, Jorquera anunció que no apoyaría las cuentas de 2025. Criticó a Inés Rey por actuar como si tuviera mayoría absoluta cuando depende de los votos del BNG  y aseguró que no existía confianza como para llegar a ningún acuerdo. “Na vida, se queres que te tomen en serio, tes que facer respetar”, dijo Jorquera. Sin embargo, también descartó, ya entonces, que pudiera existir una moción de censura, puesto que para eso tendía que pactar con el BNG. 


4 La oportunidad de la cuestión de confianza

Pero el hecho de que el BNG descartara un pacto con el PP convertía esta situación en una oportunidad que Lage está dispuesto a aprovechar. Por eso Inés Rey anunció el ocho de enero que se sometería a una cuestión de confianza. El proceso es sencillo: el jueves llevará las cuentas a pleno para su aprobación inicial. Si no las pasa, se volverían a llevar en lo que se conoce como ‘someterse a cuestión de confianza’. Es decir, que se vincula la permanencia de Rey en la alcaldía a la aprobación de los presupuestos. 


Si las cuentas son rechazadas una segunda vez, se abre un período de un mes durante el cual la oposición debe escoger un nuevo candidato a alcalde que cuenta con mayoría absoluta (14 concejales). Es lo que se denomina ‘moción de censura’. Si no aparece ese candidato, los presupuestos se aprueban automáticamente. Como el BNG ha insistido en que “nunca” pactará con el PP, parece que esto será lo que ocurra.

 

5 El cambio en las bases  de adjudicación

El Gobierno de Inés Rey ha aprovechado esta circunstancia, que se presenta como una oportunidad disfrazada de crisis, para elaborar las cuentas que quiere. Y en las bases de ejecución, ha eliminado dos de los supuestos que hay que llevar a pleno: las “transferencias de créditos entre conceptos de distintos capítulos (gastos corrientes, inversions, transferencias...)” y las que supongan “una modificación del anexo de subvenciones nominativas y el de inversiones”.  Solo tendrá que llevar a pleno las transferencias entre distintas áreas de gasto (concejalías).


Es más, las cuentas municipales incluyen varios gastos plurianuales, como el plan de obras en barrios. Eso quiere decir que el Gobierno de Inés Rey puede prescindir de pactar también con el BNG en 2026. Aunque es posible recurrir a la cuestión de confianza dos veces en un mismo mandato, resultaría más fácil simplemente prorrogarlos hasta las elecciones de 2027. 


Pero el PP y BNG podrían aliarse para aplicar enmiendas en el presupuesto. Es lo que ocurrió con la Marea Atlántica. Pero Lage advirtió en público a la oposición que desde entonces ha habido sentencias que sientan precedente contra estas “caralladas”, como las denominó. 

 

La oposición

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“Para este viaje no hacen falta estas alforjas porque se repiten inversiones de otros años y porque no son capaces de ejecutar lo que recaudan. Mercado de Santa Lucía, del que llevamos hablando diez años, dependencias municipales en la Fábrica de Tabacos o la biblioteca de Novo Mesoiro, que se presupuestó en 2020”. 


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“O proxecto non é críbel, non conta co apoio de ningún grupo e, alén diso, é o primeiro –desde que en 2016 se puxese en marcha o proceso dos orzamentos participativos– en que se prescinde da participación cidadá na súa elaboración. Anunciáronse para este xercicio múltiples actuacións que agora se volven anunciar”.

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