ILa representación vecinal en la Ciudad Vieja volverá a recaer sobre la figura de Leonardo Méndez, cuya candidatura fue finalmente la única que se presentó como alternativa tras la dimisión de Carolina Barros, adelantada por este diario. Tanto la asamblea general ordinaria como la extraordinaria, en la que se llevó a cabo el traspaso de poderes, se celebraron con absoluta cordialidad y con la aprobación de la gestión de la junta saliente, incluidas las cuentas.
Una veintena de asociados acudieron al centro cívico de la Casa Veeduría. Uno de ellos recriminó que se le diera de baja sin mediar aviso, en lo que fue la única nota fuera de lo común de todo el proceso. Respecto a la elección de cargos no hubo lugar a votación, ya que dentro del plazo estipulado, que expiró la pasada semana, solamente una candidatura, la de Méndez, cumplió con los requisitos. Junto al que fuera dirigente entre 2022 y 2024 estará buena parte del mismo equipo de trabajo, con una incorporación más y sin la presencia de Barros, quien había sido parte de aquella directiva. Así, además de la presidencia de Méndez, en el equipo estará como secretaria Lis María Corrales, mientras que de tesorero entra Manuel José Tedín. Las vocalías quedan para Francisco Jesús Vázquez Cabanas y Fernando Mitchel Esclusa.
Al término de la reunión, el presidente y sus colaboradores se reunieron en La Leonesa, uno de los establecimientos hosteleros de referencia en el barrio, para empezar a diseñar una agenda que se parecerá mucho a la que ya convirtieron en bandera durante el anterior mandato. “Estamos muy motivados, porque hay que seguir el trabajo que se había realizado. Habrá una esfera interior de trabajo basada en recoger el testigo, ver cómo están las cosas y girar los recibos, por ejemplo, y otra exterior en la que introduciremos la cuestión del Rosario como festivo o temas como el deterioro de la Ciudad Vieja”, advierte.