María Pita se convirtió ayer en un mercado infantil, el del Proyecto Semente, que vio la luz un año más gracias al trabajo en equipo y la ilusión de más de 400 escolares de ocho centros de la ciudad. El CPR Calasanz, Eirís, Hijas de Jesús, Karbo, Sagrado Corazón, y el CEIP Manuel Murguía y San Pedro de Visma llenaron en la tarde de ayer la plaza para mostrar y poner en venta los proyectos en los que han estado trabajando durante todo el curso.
En total, 17 cooperativas se repartieron para atender al público y recaudar fondos para ONG y sus propios colegios. El Calasanz presentó varias propuestas dentro de sus tres puestos: Calacreativos, Galaxia XII y Cucesca. En ellas vendían libretas, llaveros, juegos, álbumes de fotos y lápices hechos a mano, y el dinero recaudado irá destinado a la Cocina Económica, según Rocío y Javi, dos niños de 4º de Primaria.
En Hijas de Jesús el dinero logrado con las ventas se repartirá. Así, un 15% irá a parar a la Fasfi, la Fundación Ayuda Solidaria Hijas de Jesús, y el 85% restante para fiestas colegiales. Mateo, Mía, Mencía, Hugo, Carolina, Carmen, Marcos, Nicolás, Andrés, María y Kelsey, también de 4º de Primaria, exhibían con alegría sus pendientes, broches, diademas, juguetes y marcos con frases motivadoras, todo ello hecho a raíz de materiales reciclados. Sobre la experiencia de desarrollar una empresa, destacan que “lo importante es trabajar en equipo y ayudarse los unos a los otros”.
El centro Manuel Murguía optó por elaborar tutús, bolsas, camisetas tie-dye y hasta turbantes. “El 50% lo destinaremos a la Asociación contra el Cáncer y el resto para bienes del colegio”, explicaron Iria, Sara, Carla y Álex.
La cooperativa Copxetal, de San Pedro de Visma, exhibió sus tomates ecológicos de su huerta, collares, aceite de caléndula, jabones y perejil. “Hemos aprendido a organizarnos”, aseguraron Ibrahima, Leónidas y Mario, que anunciaron que el 20% de los fondos se donará a AGA-Ucraína.
Shopping Art y Eirís Crafts, del colegio Eirís, esperaban conseguir un gran volumen de ventas para destinar el 80% a la Cruz Roja. Rodrigo, Martina, Irene y Jacobo se mostraron muy orgullosos de sus portavelas, imanes y llaveros, entre otras propuestas.
Otros centros, como el CPR Matogrande, innovaron con juegos como globos explosivos, que contenían premios, y un photocall para los visitantes.