Mikel Izal convirtió ayer el Palacio de la Ópera en un paraíso en su parada en A Coruña dentro de la gira de su primer disco en solitario. Como una suerte de recorrido vital, el que hizo durante la composición del álbum, comenzó con ‘El miedo’ para ir explicando a lo largo del concierto –sentando en el pequeño salón que le esperaba en un rincón del escenario– las fases en las que sacó todo lo que tenía dentro, como un ‘Grito’, recuperó ‘La fe’ y, finalmente, llegó al ‘Paraíso’.
“Vamos a intentar vivir el presente, adiós al ‘Pánico práctico’”, decía al inicio de la cita con sus fans, aludiendo a una de sus canciones con su anterior grupo.
De esa etapa al frente de la banda Izal recordó varios éxitos, todos remodelados para adaptarse a lo que siente y quiere transmitir el músico ahora, que, como reconocía, ya no es el mismo que hace unos años.
‘Meuquier’, ‘Qué bien’, ‘El baile’ o ‘Copacabana’ tuvieron un nuevo sonido, pero la misma intención e hicieron al público cantar, saltar y emocionarse como siempre. Para terminar, de la mano de ‘La mujer de verde’ todos llegaron al ‘Paraíso’. Con la sensación de que, como decía el propio Mikel Izal antes de despedirse, ese paraíso son momentos con la gente que te quiere. Y A Coruña está en ese grupo.