El terremoto de felicidad que supuso la llegada del Gordo a la ciudad pasadas las 11.20 horas tuvo pequeñas réplicas que, si bien de forma individual no solucionaron la vida de ninguno de sus protagonistas, sí dejaron un suculento goteo de premios si se toma el dato como un todo. Son las pedreas, devoluciones y demás premios menores un consuelo para aquellos con los que la fortuna ha sido relativamente esquiva. Sin embargo, para las diferentes administraciones puede considerarse una satisfacción desde un punto de vista global y la justificación a un intenso año de trabajo.
A falta de un recuento definitivo en el caso de muchos establecimientos, las primeras estimaciones apuntan a una sensación propia del refranero popular: “Un grano no hace granero, pero ayuda al compañero”. Lo hace en el sentido más estricto de la expresión, pues buena parte del reparto estimado desde La Favorita, uno de los centros neurálgicos del sorteo navideño en la ciudad, apunta a devoluciones relacionadas con números de empresa: los números 49550 y 71990 dejaron 216.000 cada uno para los antiguos trabajadores de la Fábrica de Tabacos y la empresa larachesa Cerámica Campo.
La millonaria devolución en la calle de Concepción Arenal también alivió la desazón de los que pasaron por ventanilla de forma individual: Hasta 216.000 euros vinculados al 96790 y otros 120.000 al 36150. En total, La Favorita repartió 758.000 en números sin consulta directa más allá de compartir terminación con el Gordo. E igualmente gordo fue el volumen de trabajo de su responsable, Ana García, que presumía orgullosa minutos después de la finalización del sorteo: “Fueron 14.000 números jugados y 140.000 décimos, ahora falta echar cuentas con la lista definitiva. A pesar de no haber tocado aquí, es una satisfacción haber repartido esa cantidad; los trabajadores de la Fábrica de Tabacos estaban contentísimos”.
Un Filón de Oro en el centro
Si una de las máximas de los deseos del sorteo apela al “que esté muy repartido”, la administración El Filón de Oro de la Rúa Nueva hace honor tanto a la expresión como a su propio nombre. Sin haber vendido un solo décimo de la listas de premios ilustres dejó más de un millón de euros de dividendos, según las primeras estimaciones de su responsable. “Hablamos del 30 por ciento de los 3,5 de euros que vendimos en lotería”, confiesa Pablo Seivane. “El balance es positivo por número, a pesar de que las terminaciones en 0 nunca son tan solicitadas como el 5 o el 7”, añade.
Más allá de premios, pedreas, devoluciones y demás respiros para el bolsillo, la otra lectura positiva en el caso de los profesionales del reparto de ilusión pasa precisamente por la vuelta de ese sentimiento a los hábitos de los ciudadanos. El Filón de Oro cifra en un diez por ciento el aumento de facturación respecto a 2021, en otro indicador más de una vuelta a la normalidad que debe quedar refrendada el Día de Reyes. Es la próxima parada de la felicidad.vinculada al poderoso caballero y la diosa Fortuna. l